Gonzales Posada: En Venezuela se libra una batalla entre dictadura y democracia

“Maduro es un cagalindes político; es decir, un cobarde que calumnia, insulta y amenaza a una mujer como María Corina Machado a quien, inclusive, las compañías de aviación no le venden pasajes y los hoteles no le brindan alojamiento por presión del Servicio de Contrainteligencia Militar Bolivariano”, sostuvo el excanciller Luis Gonzales Posada.

El exministro recordó que, en octubre del año pasado se reunieron en Bridgetown, capital de Barbados, miembros del oficialismo y la oposición, en presencia de representantes de Estados Unidos, Países Bajos, Colombia, Noruega y México, acordando que la elección presidencial se realice el segundo semestre de este año, se liberen a los presos políticos y que cualquier ciudadano pueda postular a la presidencia.

“Lo primero lo cumplieron, pero, lejos de liberar a los presos políticos, el número se ha incrementado con la detención de comandos de campaña de la oposición, mientras otros están escondidos o se encuentran aislados en la Embajada de Argentina en Caracas”, agregó.

¿Se realizaron elecciones internas para la elección de candidatos?

Sí, claro. La señora Machado obtuvo 2 millones y medio de votos y a los pocos días la encuestadora internacional Meganálisis proyectó que le ganaría a Maduro por una diferencia de 10 a uno. Ahí patearon el tablero y respondieron con más represión. Vetaron su candidatura y de su alterna, la académica Corina Yaris, pero no pudieron hacer lo mismo con su reemplazante, el diplomático González Urrutia. Maduro, sin duda, está aterrorizado de perder las elecciones porque tendrá que responder por asesinatos y corrupción de su Gobierno, expresó el excanciller.

¿Maduro perderá las elecciones presidenciales?

Así lo indican las encuestas, que dan una ventaja al opositor, González Urrutia, entre 30 y 40 puntos, y así reflejan las gigantescas manifestaciones populares de la oposición. El Gobierno, sin embargo, hace y hará toda clase de triquiñuelas, de trampas, para bloquear un tsunami democrático que refleja el hartazgo del pueblo hacia un gobierno mafioso.

Maduro provocó un éxodo.

Ocho millones de venezolanos huyeron del país y viven esparcidos en todo el mundo, alejados de su patria, de su familia y de sus amigos. Ese volumen de migrantes, el mayor en la historia de América Latina, proyecta la desesperación de los venezolanos por tener trabajo, salubridad, servicios públicos y seguridad. Por eso se van. Huyen del infierno del socialismo del siglo XXI.

¿Qué otras implicancias tienen estos comicios?

Trascienden a Venezuela. Su importancia puede alterar la geopolítica internacional. Es una batalla entre dictadura y democracia. Con Maduro están los regímenes de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Corea del Norte, Rusia, Irán y China. Con González Urrutia, las democracias occidentales. Es una batalla entre la economía de mercado y el estatismo; entre el respeto a los derechos humanos y su arrasamiento; entre la libertad y la opresión.

¿Cómo evalúa la posición del Perú?

Positivamente. El ministro de Relaciones Exteriores, González Olaechea, calificó de “vileza” la amenaza de Maduro de que se produciría un “baño de sangre” si no gana las elecciones, y la Cancillería ha exigido que se respeten los derechos humanos, los principios democráticos y las libertades fundamentales. Claro, como el agua. Ahora hay que dar el siguiente paso: retirar a nuestro embajador de Caracas y exigir que el venezolano se retire de Lima.

No se puede ser complacientes ni coexistir con una satrapía. No veo por qué debamos tener relaciones diplomáticas con un régimen manchado de sangre y corrupción, que escarnece a las personas.