Francisco Sagasti se despidió del Gobierno

Solo hasta ayer gobernó el presidente Francisco Sagasti. El domingo observó el último cambio de guardia en Palacio de Gobierno y lo invadió la nostalgia. Le tocó gobernar el país en circunstancias difíciles por la pandemia y unas elecciones presidenciales llenas de inconformismos y denuncias. Quizá la gestión más importante por la que se le recuerde es el manejo de la campaña de inmunización contra el COVID, que es posible gracias a la compra de más de 60 millones de vacunas.

Francisco Sagasti, quien autodenominó su gestión como el “Gobierno de transición y emergencia”, tomó las riendas del país en una coyuntura muy complicada. Tras la renuncia presidente electo, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), asumió el mando su primer vicepresidente, Martín Vizcarra, pero este fue vacado por incapacidad moral. Le correspondía ocupar el cargo a la segunda vicepresidenta de PPK, Mercedes Aráoz, pero esta había renunciado anteriormente. Asumió el poder Manuel Merino en su calidad de presidente del Congreso, pero su gobierno solo duró cinco turbulentos días con una ola de protestas que dejó dos muertos.

58% DE APROBACIÓN

El gobierno de Sagasti tuvo como ejes la contención de la pandemia de COVID-19, ante lo cual gestionó la compra de vacunas de diferentes laboratorios. Su gobierno coincidió con diversos conflictos sociales como el paro agrario en Ica, Piura y La Libertad, y Apurímac, que lograron solucionarse tras la derogatoria de la llamada “Ley Chlimper”, la cual promovía la inversión en agricultura a través desventajosos beneficios laborales a los trabajadores del campo.

Fue blanco de duros ataques a su gestión, se le achacó la supuesta falta de transparencia en las recientes elecciones presidenciales y algunos sectores le atribuyeron una estrecha relación con la izquierda. Por cierto, Sagasti pertenece a las filas del Partido Morado. Pese a las críticas, el presidente saliente se despidió ayer con 58% de aprobación, el pico más alto de su mandato, según la última encuesta de Ipsos.

TRANSICIÓN Y EMERGENCIA

Afirmó que su deseo es que se recuerde que el Gobierno de Transición y Emergencia, que él encabezó, “demostró que es posible gobernar con transparencia, honestidad, eficiencia y convocando a todos, en cada nivel de gobierno. Los peruanos sabemos y podemos trabajar juntos”.

“No tengo idea clara de a qué se debe ni el 58% (de aprobación) ni el 30% (de desaprobación), lo digo con toda claridad. Nosotros en el gobierno hemos tratado de trabajar de la mejor manera posible para poder avanzar hacia el bien común, lo que ha caracterizado a todo el equipo del Gobierno de Transición y Emergencia ha sido una vocación de servicio. Nosotros estamos aquí para servir y para buscar el bien común, ese es nuestro propósito”, expresó ayer cuando un periodista le preguntó qué opinaba de la referida encuesta.

PRÓXIMO GOBIERNO

Sagasti expresó su preocupación por el futuro político del país. “Creo que es importante que, durante los próximos años, meses, la relación entre el Congreso y el Ejecutivo sea lo más fluida. En el caso nuestro hemos tenido una excelente relación con muchísimos congresistas, aunque debo también recalcar que hay algunos, un pequeño grupo de congresistas, que han considerado que su función consiste en atacar al Ejecutivo, muchas veces distorsionando las cosas que decimos”,  señaló en su última conferencia de prensa, donde le deseó suerte a su sucesor, Pedro Castillo, quien jura mañana al cargo.

“Yo confío que ese clima de confianza y colaboración que acordamos en el Congreso en temas clave (se repetirá) el próximo gobierno”, añadió en su conferencia de prensa de despedida. Agregó que tanto el Congreso de la República como el Poder Ejecutivo son instituciones  “sumamente claves” que, junto a otros poderes, deberían  “articular formas de trabajo”,  respetando su autonomía.

A la pregunta de un periodista televisivo que le dijo que nunca le dio una entrevista a su canal, Sagasti respondió: “Así como existe la libertad de expresión, también existe la libertad de decisión”. Ya antes había expresado su preocupación por lo que denominó “libertad de mentiración”.

UN INGENIERO DE 76 AÑOS QUE LLEGÓ A LA PRESIDENCIA

Francisco Rafael Sagasti Hochhausler, quien tiene 76 años de edad, nació en Lima el 10 de octubre de 1944. Es ingeniero industrial, investigador, escritor y político. Fue criado en un hogar limeño de clase media y heredó de sus padres las inclinaciones científicas e intelectuales que luego desarrolló en su trayectoria profesional. Su madre, Elsa Hochhausler Reinisch, era una conocida periodista local nativa de Austria emigrada con su familia a Sudamérica, mientras que su padre, Francisco Sagasti Miller, fue ingeniero y articulista de prensa.

Antes de desempeñarse como presidente de la República, en las elecciones parlamentarias de 2020 fue elegido congresista por al Partido Morado para el distrito electoral de Lima y Residentes en el Extranjero, para el período 2020-2021.

Anteriormente ocupó cargos en los gobiernos de Juan Velasco Alvarado, de Francisco Morales Bermúdez y en el de Alan García. Asimismo, fue alto ejecutivo del Banco Mundial.