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Flurona: Combinación de COVID y gripe causa temor

No se sabe si tener ambas enfermedades a la vez es más grave, pero es probable que el tratamiento sea más complejo

La flurona, infección simultánea de COVID-19 y gripe, empezó a propagarse por Europa luego de detectarse en Israel. La palabra flurona es la unión entre “flu” (gripe en inglés) y “rona” (contracción de coronavirus). No se trata de un término científico, pero fue creada el pasado 30 de diciembre por un diario israelí, Ynet, que denunciaba que una mujer gestante, que no estaba vacunada contra el Sars-CoV-2 ni contra la influenza, había contraído los dos virus al mismo tiempo. No se sabe si tener coronavirus y gripe a la vez es más grave, pero es probable que en un paciente débil el tratamiento sea más complejo.

Casi al finalizar el 2021, el gobierno de Israel anunció que detectó su primer caso de flurona en una embarazada de 30 años, pero en realidad la enfermedad fue detectada por primera vez en Estados Unidos al inicio de la pandemia de COVID-19. También se han reportado nuevos casos en Europa.

“Ambas pruebas dieron positivo, incluso después de que lo volviéramos a verificar. Es la misma enfermedad. Son virales y causan dificultad para respirar, ya que ambos atacan el tracto respiratorio superior”, ha explicado el profesor Arnon Vizhnitser, director del Departamento de Ginecología del Hospital Beilinson, en Israel.

VÍAS RESPIRATORIAS

Luego de presentar una sintomatología leve, la mujer fue dada de alta el pasado 30 de diciembre después de ser tratada de esta doble infección. “La enfermedad es la misma. Son virales y causan dificultad para respirar, ambas atacan las vías respiratorias superiores”, explicó Vizhnitser, según ha recogido el diario israelí “The Times of Israel”.

Sonia Zúñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), en Madrid, afirma que “se desconoce en gran medida el efecto que pueda tener la coinfección en cuanto a gravedad de la enfermedad”, a la vez que justifica, por esta incertidumbre, la insistencia en “vacunar de ambas cosas a la población vulnerable”.

En mayo de 2020, un estudio publicado por médicos del Hospital Clinic de Barcelona, a partir de la observación de cuatro casos, concluía que el curso de la enfermedad no fue diferente de otros casos de COVID.

GRIPE A

Si este año los casos de gripe aumentan, se podrán realizar estudios más amplios y concluyentes sobre los efectos de esa infección simultánea concreta. Durante la pandemia de gripe A, por ejemplo, algunos análisis observaron que la coinfección con rinovirus, los virus que provocan el resfriado común, causaba una enfermedad más leve que la producida por otros coronavirus (distintos del SARS CoV-2) como los que provocan los catarros.

No se puede detectar la gripe con una prueba de COVID. La única forma de saber distinguir el COVID de la gripe es hacer un diagnóstico diferencial con un hisopado diferenciado. Por lo general, comienza de forma abrupta, con fiebre alta y al menos un síntoma sistémico (por ejemplo, fatiga, dolores musculares) y un síntoma respiratorio (como tos, congestión nasal). Los síntomas de COVID-19 son más variados, pero, en cualquier caso, todos se superponen con los trastornos estacionales. Con la variante Ómicron los síntomas parecen más leves al menos entre la población vacunada y prevalecen el dolor de garganta, el resfriado y la secreción nasal. La pérdida del gusto y el olfato ya no son frecuentes.

LETALIDAD Y CONTAGIO

Uno de los grandes temores es la letalidad y el contagio de las coinfecciones. Sin embargo, hasta donde han avanzado las investigaciones, se sabe que en las pandemias de gripe las coinfecciones bacterianas son una de las principales causas de mortalidad, pero son menos comunes entre los positivos en Sars-CoV-2, tanto que no se recomienda el uso rutinario de antibióticos para tratar la infección por COVID-19.

Se han documentado también coinfecciones entre el SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios, incluidos rinovirus, enterovirus, gripe y otros coronavirus del resfriado circulantes desde el inicio de la pandemia. El primer trabajo que documenta las coinfecciones entre la gripe y el coronavirus fue publicado por investigadores chinos en The Lancet el 25 de marzo de 2020. Se trató de nueve casos registrados.

CORONAVIRUS

Por ahora, la gran preocupación sigue siendo la lucha contra la pandemia de COVID-19, que está recrudeciendo en países de Europa tras la aparición de la variante Ómicron. España, donde se registra la sexta ola, comenzó el año con 372,766 nuevos contagios de coronavirus, nuevamente sin precedentes desde el inicio de la pandemia, que hace incrementar la ocupación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) al 21,8%, muy por encima del 15% establecido por las autoridades sanitarias como riesgo alto.

En Sudamérica también se están produciendo rebrotes. Argentina reportó ayer lunes 44,396 nuevos casos, con lo cual el número total de positivos ascendió a 5’739,326, mientras que los fallecimientos se elevaron a 117,245, tras ser notificadas 41 muertes en las últimas 24 horas.

¿CÓMO PODEMOS PROTEGERNOS?

Para limitar el riesgo de contraer la flurona, los especialistas recomiendan la vacuna contra la gripe y el COVID-19. Se recomiendan incluso la dosis de refuerzo, pues esta reduciría aún más los efectos del virus.

Los médicos indican que, si bien el riesgo de contagio siempre es latente, con las inmunizaciones se mitiga el riesgo de contraer una enfermedad grave. Además, se reducen las posibilidades que un paciente tanga que ser internado grave y precise de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

 

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