
Quiero iniciar esta columna deseando una Feliz Navidad a todo el país y deseando también que la situación económica, política y de seguridad ciudadana mejore puesto que el panorama que se nos está presentando hasta el momento es muy incierto.
Tenemos un Congreso que lamentablemente está conformado en su gran mayoría por gente que no debería estar ocupando ese cargo porque no nos representan y algunos de ellos están inmersos en actividades delictivas. Por otro lado, tenemos un Poder Ejecutivo que desde la época que asumió el mando Pedro Castillo ha nombrado a ministros y funcionarios públicos que no tienen ni calidad intelectual ni calidad moral para ejercer cargos para el cual fueron designados. También tenemos partidos político que lejos de darnos tranquilidad hacen todo lo contrario.
Después del 7 de diciembre (fecha en la que se concretó la vacancia de Castillo) se han producido una serie de actos violentistas que yo llamaría actos de terrorismo. En estos días hemos visto cómo se han llevado a cabo ataques a las propiedades públicas y privadas y también a las personas; esos no son actos vandálicos, debemos llamarlos por su nombre: terrorismo. No son simples actos de protesta, es algo mucho peor.
Y es más lamentable que el propio gobierno nombre abogados para los terroristas y se denuncie a militares y policías a cargos de rechazar estos actos que han originado varias muertes.
El gobierno y las autoridades están en la obligación e defender a las personas honradas y honestas, no a los delincuentes sobre todo cuando estos actos terroristas han sido debidamente planificados desde hace mucho tiempo con los Consejos de Ministros en provincias, con los nombramientos de prefectos y subprefectos que pertenecen al Movadef, con concentración de reservistas en Palacio de Gobierno, con llamado a Palacio de Gobierno de rondas campesinas… Ninguna protestas surge de momento a raíz de la vacancia de Castillo, es algo que ya estaba preparado.
Esta convulsión social tiene como slogan la Asamblea Constituyente y es muy lamentable que la presidenta de la República, Dina Boluarte, señale que no se descarta esta Asamblea Constituyente la cual nos llevaría a una dictadura comunista y se repetiría el panorama de Cuba, Nicaragua y Venezuela. No lo permitamos por el bien de nuestros hijos, nietos y de todos los peruanos.
(*) Ex decano del Colegio de Abogados de Lima
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.