
Pocas veces como ahora, los peruanos habíamos vivido la ausencia del Estado de manera tan evidente y descarada. Y ojo, puntualizo… Estado. Es decir, presidencia de la república, ministros, gobernadores regionales, alcaldes provinciales y distritales, congreso de la república, poder judicial, fuerzas armadas y policiales.
Veamos. Los ministros están en nada. La economía está parada. El empleo formal está en caída y la pobreza en aumento. El ministro de economía anuncia un shock de inversiones, pero no simplifica nada. Al contrario, la burocracia aumenta. Y con ella, aumentan los trámites, la corrupción, la inoperancia estatal y la recesión económica.
El ministro Alberto Otárola dice que el proyecto minero Tía María, en Arequipa, no está en la agenda del Estado. El ministro de energía y minas, ¿quién es el ministro de energía y minas? Pues nada menos que el principal detractor de las empresas mineras y petroleras, excepto, ¡cómo no!, de Petroperú. La construcción también está parada. La pesca, ¡no hay pescado! La agricultura está con la espada de El Niño sobre la cabeza. Ministros, ¿están ahí?
El agua potable, ¿cuántos millones de peruanos no tienen agua potable en sus casas? Pero ni una propuesta de solución eficaz. Que las empresas de agua y saneamiento sigan en manos de alcaldes corruptos e inoperantes. Ministerio de Vivienda, ¿estás ahí?
La salud pública en manos de gobernadores regionales falló. Y falló por temas de corrupción e inoperancia. Pero, ¿quién se atreve a proponer una solución al respecto? Y lo mismo sucede con la educación pública. ¿Alguien, en su sano juicio, cree que la educación en manos de gobernadores regionales tiene algún viso de solución? ¡Por favor! Ministros de Salud y Educación, ¿están ahí?
Vladimir Cerrón está escondido, pero físicamente. Virtualmente, está recontra visible y muy activo. A través de sus redes sociales se burla descaradamente de todo el mundo: de la prensa, de la justicia, y hasta de la propia policía. Según el juez, debería estar en la cárcel por corrupto. La policía, si quisiera, lo chapa en una, pero no. Claramente, está protegido. Policía, ¿estás ahí?
Y, ¿qué me dicen de la delincuencia? Secuestros y extorsiones, robos y asaltos, granadas y armas de guerra, violaciones y feminicidios, estafas y delitos informáticos, coimas y sobornos, bloqueos de carreteras, criminales liberados y, al revés, policías presos por abatir a criminales. Poder Judicial, ¿estás ahí?
En medio de todo este desmadre, la presidenta Boluarte feliz, jugando a la presidencia. Últimamente se le ha dado por viajar. Se viste muy bien, eso sí. Habla muy bien, también. Incluso, se para bien. Lee bien. Gesticula muy bien, valgan verdades. Pero no hace nada. No gobierna. Habla no más. Presidenta, ¿estás ahí?
Sinceramente, ¡no hay derecho! Tenemos Estado, pero en el papel. En la práctica, tenemos un Estado ausente. Hoy por hoy, los peruanos estamos a merced de los delincuentes. Ante ellos, el Estado no nos protege. No nos provee de agua, salud, educación y seguridad. No nos sirve. Y por si fuera poco, no hay trabajo. No hay inversiones. No hay paz. Estado, ¿estás ahí?
(*) Exgobernador regional de Ica
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