Un tuitero publicó un mensaje para dar a conocer su opinión sobre las razones del alza de precios. A su juicio, además de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, están las prácticas especulativas que interfieren en la cadena, desde la producción hasta la venta en los mercados de abastos o las tiendas. Otro cibernauta le respondió: “De vez en cuando puedes agarrar tu auto, ir a la chacra y comprar tus papas al mismo agricultor. Habría que ver cuánto te cuesta el kilo”. Un consejo en el cual se ignora que millones de peruanos no tienen carro y que muchos campos de cultivo están en lugares lejísimos y de difícil acceso.
Pocos tuiteros coincidieron con el que advirtió sobre los especuladores.
La mayoría afirmaba que si los productos están caros es por el juego de la economía de mercado y que los precios son regidos por la oferta y la demanda.
Sin embargo, es harto conocido que los comerciantes mayoristas y otros agentes del proceso, como los intermediarios, abusan de los agricultores y les pagan precios irrisorios por sus productos. Por ejemplo, un kilo de papa que compran a 50 céntimos en chacra, en el mercado está a 3 o 4 soles.
El agricultor también invierte en mano de obra, agua, plaguicidas, abono y otros insumos como la úrea, que ahora está carísima porque se importa de Ucrania. Sin embargo, para los indolentes, los únicos que tienen derecho a ganar son los comerciantes, incluso los especuladores que aprovechan las crisis para manipular la oferta y provocar más demanda.
Por esa misma razón, durante los momentos más críticos de la pandemia, cuando la gente tenía menos dinero y muchos necesitaban atención médica urgente, en las clínicas cobraban 150,000 soles en efectivo por ingresar a un paciente grave y vendían el oxígeno a 6,000 soles el balón.
Contradictoria es también la posición de muchos gremios empresariales que culpan del alza al Gobierno, pero cuando este les pide bajar sus precios a cambio de la exoneración del IGV, le responden que no lo podrán hacer porque los costos suben como consecuencia de agentes externos, como la guerra.
Es cierto qué por la inestabilidad política, causada por la incapacidad, inexperiencia o corrupción, existe desconfianza en los inversionistas y también la subida del dólar, lo cual provoca alza de precios, pero no podemos desconocer que hay especulación económica con tinte político.
Y que lamentablemente los especuladores actúan con premeditación, alevosía y ventaja, en perjuicio de los más pobres de nuestro país. Ojalá que algún día todo esto cambie. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.