Política

En violenta marcha “Toma de Lima” exigieron que se cierre el Congreso

Policía lanzó bombas lacrimógenas para impedir que lleguen al Palacio Legislativo

La marcha denominada “Toma de Lima”, que congregó a grupos de izquierda, colectivos políticos y organizaciones sociales, no fue tan numerosa como la llamada “Reacciona Perú”, del último sábado, pero sí más violenta y motivó un mayor esfuerzo de la Policía para evitar que los manifestantes, que exigían el cierre del Congreso, lleguen al Palacio Legislativo.

Si bien la movilización estaba programada para las 2 de la tarde, desde las 6 de la mañana empezaron a llegar grupos de personas procedentes de Comas y San Juan de Lurigancho al centro de Lima, donde intentaron congregarse en la avenida Abancay.

CON CABALLOS

De tal manera que desde muy temprano las fuerzas del orden tuvieron que armar nutridos piquetes de contención con escudos y el uso de caballos de la Policía Montada. La Plaza Bolívar, donde está el Congreso, así como el Palacio de Gobierno, fueron cercados por rejas y numerosos policías se apostaron para impedir el paso de los manifestantes. Entonces, las personas que llegaban durante la mañana se dirigieron hacia la Plaza San Martín, donde recibieron vasos de café y platos de carapulcra y otros potajes gratuitos.

PERIODISTAS AGREDIDOS

“Cierren el Congreso” y “prensa basura” fueron las frases más pronunciadas por los manifestantes, que entrada la tarde decidieron enrumbar nuevamente al Congreso. En el camino tuvieron varios altercados con efectivos policiales y algunas personas, presumiblemente infiltradas, agredieron a varios periodistas.

Por ejemplo, a Diego Vértiz, videorreportero de PBO, un sujeto que llevaba un polo con la frase “prensa alternativa” lo despojó de su monopié, dispositivo que usó para golpearlo salvajemente. A un periodista de Latina, otro manifestante le arrojó emoliente caliente en el rostro, mientras que, a un reportero de Panamericana Televisión, que entrevistaba a una persona, le golpearon la cabeza con pancartas.

La turba intentó avanzar por la avenida Abancay hacia el Congreso, pero tuvo un violento choque con la Policía, a la que algunos atacaron a patadas, con palos y piedras. Finalmente, las bombas lacrimógenas los obligaron a replegarse y romper filas.

NO HUBO PLENO, PERO LEGISLADORES SÍ DESPACHARON

Pese a la marcha “La toma de Lima”, las labores en el legislativo se realizaron “con normalidad”, informó el titular de la Mesa Directiva, José Williams Zapata.

“Lo único que se suspendió fue el Pleno, pero los congresistas están trabajando en sus oficinas con normalidad. Yo permaneceré aquí hasta que culmine mis actividades”, sostuvo. Por su parte, Alejandro Muñante, tercer vicepresidente del Parlamento, indicó que la marcha tenía como objetivo servir como marco de respaldo de una posible cuestión de confianza.

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