Opinión

En busca de una solución (I)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Es triste decirlo, pero la situación ya no da para más. Van más de 48 muertos en menos de 40 días de gobierno. Pero no solo se trata de un asunto cuantitativo, de más o menos víctimas, de contar a los fallecidos para medir la magnitud, sino también de un discernimiento cualitativo, que tiene que ver con aspectos sociales, culturales y hasta psicológicos, de las razones de la conducta de masas, del comportamiento colectivo, del desborde popular, de eso que estudiaba Jorge Basadre en los años 80. Esto va más allá de la muñeca política o la experiencia en asuntos burocráticos que pueda tener el funcionario público con el mejor CV.

Esta crisis política y social, tal vez la más grave de los últimos tiempos, no se va a resolver solo con protocolos, reuniones con apretones de mano, sonrisitas y palmaditas en la espalda. Ni con simples llamados a la paz. Ni con el terruqueo insensato. Menos, a balazos. Las lecciones de la historia dicen que la muerte embarga tristeza y dolor, pero también puede hacer crecer el rencor y este, engendrar sed de venganza. Es como una bomba de tiempo.

El problema es que no se están tirando las cartas sobre la mesa y se apela a ambigüedades y artilugios para no ir al meollo del asunto. Ya es tiempo de ir al grano y no andarse con rodeos. Las demandas de los manifestantes del sur del país son claras y están en un orden de prioridades: “1) Renuncia de Dina Boluarte. 2) Cierre del Congreso. 3) Nuevas elecciones este año. 4) Asamblea Constituyente. 5) Libertad de Pedro Castillo”. Es necesario responder con claridad, una por una, estas exigencias, con tino y con firmeza a la vez, pero sin arrogancia. Sin leer un papel con la mano temblorosa, tampoco con la pierna en alto. La soberbia empeora las cosas, atiza el rencor.

Debe explicarse con claridad, en mensaje a nivel nacional, qué pasaría si renuncia Dina Boluarte. Que se describa el desgobierno que habría por varios meses, hasta que se realicen las nuevas elecciones. Que se pregunte que si aceptarían que —como manda la ley— el presidente del Congreso reemplace a Dina Boluarte hasta que el 28 de julio para que asuma el jefe o jefa de Estado que gane las elecciones.

También exigen elecciones ya. ¿Aceptarían en el Congreso al equipo suplente de los que están ahora, o sea, más de lo mismo? Piden Asamblea Constituyente. ¿Es saludable para la democracia una Asamblea Constituyente con los “notables” que tenemos hoy como políticos? Nos quedamos cortos. Continuará…Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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