Todo empresario ha tenido un momento “cero”; el cual se presenta cuando toma la decisión, de forma acelerada o muy meditada de “arrancar” un nuevo negocio. Actualmente, a los negocios innovadores y escalables que parten del uso intensivo de herramientas tecnológicas y que se encuentran en etapas aún tempranas, se les conoce como “Startups”.
Me gustaría agregar a esta definición que las Startups tienen la particularidad de retar lo convencional y proponer soluciones disruptivas en el mercado. Iniciar este tipo de emprendimientos tienen muchos desafíos, entre los que podemos encontrar:
Limitación de Recursos Financieros: Los startups, por lo general, tienen un difícil acceso al capital, lo que afecta el desarrollo de la idea y el proyecto en general. Obtener el financiamiento inicial y administrar el capital de trabajo consiguiendo inversionistas que deseen apostar por el proyecto es un gran reto.
Competencia y Diferenciación: para atraer clientes e inversores es necesario destacar entre la multitud. No se puede perder de vista, cuando se lanza un startup que el mercado puede ser saturado de competidores.
Adquisición de Clientes: Conseguir nuevos clientes y generar atracción es muy difícil. El gran desafío está en conectar los mensajes clave con un mercado segmentado y envuelto en una sólida, pero a la vez muy dinámica, estrategia de marketing.
Crecimiento Sostenido: Si un emprendimiento es exitoso o genera un buen impacto inicial, es probable que crezca rápidamente. Manejar este crecimiento en términos de recursos, talento y preservando (o mejorando) la calidad es todo un reto.
Adaptabilidad y Flexibilidad: Los emprendedores tienen que estar dispuestos a adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, a las demandas de los consumidores y a nuevos entrantes, tanto competidores como sustitutos. La capacidad de aprender de los errores mejora sustancialmente las probabilidades de éxito a largo plazo.
Talento: Encontrar, atraer y mantener talento comprometido es uno de los grandes desafíos de los startups, en especial cuando compiten con empresas más establecidas que tienen posibilidad de ofrecer mayores (y/o mejores) beneficios.
Regulaciones y Cumplimiento Normativo: Cumplir con la regulación pue- de ser complejo y además costoso, pero es vital para mantener la confianza en los inversores.
Resiliencia: El camino de un startup, para el empresario puede ser desgastan- te y a la vez agotador. Los emprendedores asumen presiones de asumir varios roles, la incertidumbre financiera y la probabilidad de fracaso. Mantenerse con mentalidad positiva y motivado a lo largo del viaje es fundamental para el éxito del negocio.
(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas
