El presidente Pedro Castillo Terrones debe estar lamentándose de haber dado entrevistas a los periodistas César Hildebrandt, Nicolás Lúcar y Fernando del Rincón de CNN. Y digo esto porque en las tres le ha ido de mal en peor, quedando en evidencia sus carencias de hombre de Estado y sus notorias incompetencias.
Con Hildebrandt quedó expuesto como un personaje nada transparente, que no tiene empacho alguno en recurrir a la mentira “Karelim no es mi amiga”, pero visita Sarratea y le hace fiestas infantiles; “Jamás he tratado temas de Estado” pero los visitantes ganan licitaciones; “No sé qué es Movadef ”, pero es fundador de Conare.
También quedó como muy incompetente con respuestas evasivas y mediocres, defendiendo nombramiento de Salaverry, aunque reconoció el error de haber nombrado a Bellido y Pacheco. Indeciso total al no resolver el conflicto del ministro del Interior y el jefe de la Policía, mientras la delincuencia campea asolando a la población.
Con Lúcar quedó peor porque se dejó tratar como si fuera su “pata”, tuteándose mutuamente sin respeto a la figura presidencial. El periodista usó un viejo recurso psicológico, hizo la entrevista de pie para estar más alto que el entrevistado, con actitudes poco respetuosas como poner la rodilla sobre la silla. Lo dejó pésimo y el periodista peor; sobre el contenido, sin comentarios.
Con Fernando del Rincón, que ha dicho que el presidente no tiene facultades comunicacionales, le fue fatal y reaccionó muy mal cuando en un evento de pescadores dijo que venía de una entrevista donde le habían preguntado cosas “nada importantes” como las de Pacheco y sus 20 mil dólares o la casa de Breña, lo que ponía en evidencia la incomodidad ante una entrevista que había sido grabada.
Ante las cámaras de CNN, dijo a nivel internacional que las visitas de lobistas y empresarios a Sarratea “fueron inventadas” negando los cargos contra él. Que “no fue entrenado para ser presidente” con lo que reconoce que no está preparado ni tiene la menor idea de cómo se ejerce una responsabilidad de Estado, refugiándose reiteradamente en el pueblo, que de paso le es más esquivo cada día (-60%). ¿Cuántos puntos caerá después de estos tres descalabros?
Las redes han sido inundadas de comentarios negativos que se podrían resumir en una palabra: Vergüenza. Eso es lo que han sentido muchísimos peruanos al enterarse que su mandatario, no solo no tiene facultades comunicacionales, sino tiene un nivel de incapacidad reflejado en desconocimiento del aparato del Estado, de gestión pública, de capacidad de solución, indecisión, confusión mental y encima rodeado de gentes que tienen iguales o peores defectos, algunos sospechosos de corrupción.
Seguramente muchos de sus votantes al elegirlo supusieron que el líder del magisterio era una persona preparada capaz de gobernar, ahora sentirán gran desilusión, pero la verdad es que Pedro Castillo Terrones exhibe cuál es el nivel de la educación en el Perú.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
