Estamos frente a una era de crisis política, plagada de demasiadas mentiras, populismo y narrativas falsas. Es decepcionante, una vez más, que los personas que dan la cara al mundo, de nuestro Estado peruano, se sigan aprovechando de la ignorancia ciudadana.
“El Perú viene implementando políticas que promueven un uso eficiente de los recursos naturales, con un enfoque de inclusión social, desarrollando nuevas actividades económicas y sostenibles, como creando oportunidades de empleo, con uso de tecnologías limpias, con un trabajo articulado, con planes y metas específicas”, afirmó Gustavo Adrianzén.
¿Dónde están esas políticas públicas?
Una vez más, la técnica del populismo narrativo inspiró a nuestro presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. ¿Qué políticas públicas ha relanzado un plan de competitividad nacional sin estrategia? ¿Dónde está la estrategia? ¿Dónde está el empleo?
Asimismo, en su discurso sigue insistiendo en hechos falsos:
“La necesidad de afrontar el cambio climático, la gestión de residuos sólidos, economía circular y acuerdos de producción limpias en los sectores de la industria, pesca, y la agricultura”, expresó.
¿Y la minería? que es el sector clave de competitividad de nuestro país. ¿No está dentro de esta supuesta actualización del Plan?
En primer lugar, este documento fue elaborado por el gabinete de Martin Vizcarra, lo que significa que el gabinete de Adrianzén no ha trabajado todavía absolutamente nada y menos, se cuenta con una estrategia adaptada a las necesidades del año 2024.
Se habla de economías sostenibles para encaminar al Perú al desarrollo económico, social, político con la promesa de actualizar dicho plan que fue elaborado por el gabinete de Vizcarra y se reafirma el compromiso del Perú hacia el desarrollo frente a la OCDE, pero internamente en él no se ve nada de lo que se expresa.
El Perú sigue con hambre y la economía en recesión. Primero, para hacer políticas públicas hay que aplicar una estrategia de gestión integrada con los tres actores sociales de una Nación más la Academia. Esto es, que el Estado, incluyendo al Congreso, el sector privado (todos los gremios) y la sociedad civil trabajen de manera integrada, incorporando a la academia.
El levantamiento de la información de los actores claves en cada tema, permite identificar las necesidades y demandas ciudadanas, crear una matriz de intereses sobre cada rubro o tema y ver cuál es el posicionamiento real con relación a los temas. Es decir, quienes están a favor, o en contra. Por qué están en contra. Conocer las percepciones y finalmente, después de conocer las demandas, definir cómo lo vamos a hacer. Es recién en este punto que podemos hablar de una estrategia. En definitiva, hay que trabajar con stakeholders.
(*) Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.
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