Opinión

El mito de la caverna o el mundo real de la política

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

Uno de los aspectos destacables de la obra de filosofía política de Platón es la alegoría sobre el mito de la caverna, contenido en el Libro VII de “La República”, en el cual el ateniense trata de representar en una alegoría la diferencia entre una situación en la cual los seres humanos reciben la educación del conocimiento y una situación en la que no la reciben.

Según la alegoría, unas personas que viven en una caverna y que no han visto nunca el mundo exterior, creen que las sombras que se proyectan desde afuera son los fenómenos y objetos de la realidad, y en tal creencia desarrollan sus vidas, hasta que uno de sus habitantes logra salir al mundo exterior, y al regresar a la cueva a liberar a los demás, no es aceptado por estos, tras ser incomprendido

Si bien Platón tiene una visión idealista del mundo, en el sentido que plantea un mundo sensible como reflejo de un mundo verdadero, que sería el mundo ideal, de las ideas sobre las cuales giran los objetos y fenómenos de la realidad empírica -de tal manera que son las ideas las que sobreviven y permanecen a través del tiempo, como la idea de filósofo o de magistrado, por ejemplo-, lo aplicable para la filosofía política es que la mejor forma de gobierno no precisamente es la que aparenta ser; es decir, no todo es lo que aparenta ser en realidad.

Bajo un enfoque de “construcción de la realidad” que se suele endilgar a los medios masivos de comunicación, la democracia, que -como su mismo nombre lo indica- es el gobierno del pueblo, puede llegar a ser vista como una democracia de las élites económicas o sociales, por ejemplo. Vale decir, la gente creerá lo que se le presenta en los canales de televisión, que, por excelencia, pertenecen a empresas privadas que invierten y lucran con el negocio de las telecomunicaciones.

Frente a tal apariencia de verdad se yergue la auténtica verdad, consistente en el hecho de proteger, ante todo, los derechos de los peruanos a su realización social.

En una visión contemporánea de la teoría platónica en filosofía política podemos afirmar, que los gobernantes deben poseer ciertas cualidades del filósofo, como son la virtud y la sabiduría de la templanza, como medio para evitar la subyugación y corrupción ante la tentación del poder, pues personas bien intencionadas pueden acceder al poder estatal; pero, al no estar debidamente preparadas en lo intelectual y en lo anímico-personal, pueden sucumbir ante el mismo, haciendo al final todo lo contrario a lo que estaban originalmente dispuestas a hacer.

(*) Consultor político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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