Opinión

Educación, fútbol e identidad nacional

Por: David Auris Villegas

A pesar de que no se considere un símbolo nacional como una bandera o un escudo, el fútbol es un símbolo de auténtico espectáculo centrado en las emociones de las personas.

Gracias a sus juegos dramáticos e impredecible y sus intensos duelos en el campo verdoso, cada gol despierta un grito de júbilo en las multitudes.

Este sentimiento como fruto del fútbol resulta crucial canalizar hacia el empoderamiento de la identidad nacional en las escuelas, con el objetivo de vigorizar nuestro patriotismo.

El fútbol es un deporte que impulsa la pasión y es una herramienta eficaz para unir a individuos de diversas culturas en relación con un interés colectivo, como afirmó el legendario futbolista, Pelé, “el fútbol no es solo un juego, sino un lenguaje universal que conecta a individuos de diversas culturas y características en todo el mundo”.

En esa línea, la identidad nacional, según Wikipedia, se fundamenta en el concepto de nación y el sentimiento de pertenencia a una comunidad que comparten rasgos característicos, como la peruana. El sentimiento de país se intensifica en momentos como el fútbol, ya que un triunfo o una derrota robustece los sentimientos hacia nuestra nación.

De esta manera que, así nos encontremos lejos, siempre la recordaremos con un profundo cariño. Dada la coyuntura de las eliminatorias al mundial 2026, el pasado 17 de octubre, la selección peruana, jugando de domicilio, cayó ante Argentina, con dos goles del legendario Messi, quien insólitamente fue aplaudido por muchos hinchas peruanos en el estadio.

Antes del partido, ya una multitud de hinchas peruanos habían vitoreado a Messi al descender del bus y en los alrededores del hotel donde se encontraba alojado con sus compañeros.

Algo similar ocurrió hace un mes con los hinchas bolivianos, quienes en masas coreaban el nombre de Messi y la de Argentina campeón.

A raíz de estas extravagantes conductas, como la de ovacionar a su propio verdugo, surgen las ineludibles interrogantes que seguramente en las escuelas trataremos de responder en equipo: ¿Cómo es posible aplaudir a tu adversario que viene dispuesto a destruir tus ilusiones y tus sueños? ¿Los hinchas peruanos creen que elogiar al adversario incrementa la autoestima de un niño y puede contribuir a fomentar habilidades sociales, emocionales y éticas, como la capacidad de enfrentar una derrota?

En resumen, la educación y el fútbol pueden ser herramientas beneficiosas para fortalecer la identidad nacional, siempre y cuando se aborden con cuidado la valoración de lo nuestro, sin denigrar al adversario.

Asimismo, es necesario potenciar nuestra autoestima colectiva de país, de lo contrario, volveremos a ver las tristes ridiculeces de algunas personas despistadas, aclamando al extranjero en desmedro de nuestra selección de fútbol.

(*) Profesor universitario y creador del ABDIV

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