Divide y robarás
Por: Fernando Cillóniz Benavides

En realidad, la expresión original es: “divide y vencerás”. Y se trata de una táctica política, muy utilizada a lo largo de la historia por conquistadores y gobernantes despóticos, para dominar a poblaciones numerosas.
Julio César, el emperador romano del Siglo I AC y Napoleón Bonaparte, el emperador francés del Siglo XIX DC, fueron dos conspicuos practicantes de dicha táctica. ¡Y vaya que obtuvieron resultados! Ambos, en su momento, prácticamente lograron subyugar al mundo entero.
En nuestro país, los gobernantes corruptos también aplican la famosa táctica de “divide y vencerás”. El problema es que, como son corruptos, el “vencerás” lo han cambiado por “robarás”, para que quede como “divide y robarás”.
Efectivamente, las instituciones del Estado peruano parecieran haber sido diseñadas exprofesamente por la diosa coima.
La proliferación de distritos, provincias y regiones es una prueba palmaria de ello.
La regionalización de nuestro país – o, mejor dicho, la gran estafa de la regionalización del Perú – es también otra muestra palmaria del “divide y robarás”. El gran geógrafo peruano don Javier Pulgar Vidal sentó las bases para la integración departamental del Perú.
Él fue el proponente de la demarcación geográfica transversal, sobre la base de 5 regiones, todas con territorios en Costa, Sierra y Selva. Pero ojo… ¡dijo 5 regiones, no 24!
Después tenemos la proliferación de ministerios. ¿A santo de qué tenemos 19 ministerios… en vez de 8 ó10, que serían mucho más manejables? ¿Para qué tenemos un Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y un Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social? ¿Para qué tener un Ministerio de Educación y un Ministerio de Cultura? ¿Acaso no son lo mismo?
Ahora bien, aparte del “divide y robarás”, nuestras autoridades corruptas e inoperantes han acuñado una tercera táctica política, derivada de la anterior: “complica y robarás”. ¿Por qué no digitalizar, transparentar y simplificar radicalmente todos los procesos de compras y contrataciones del Estado?
¿Por qué no estandarizar todos – o casi todos – los bienes y servicios requeridos por el Estado, para hacerlo más eficiente, tanto en costos como en tiempos?
Complica y robarás. Y así, dividiendo al Estado en miles de instituciones redundantes e innecesarias, complicando procedimientos y trámites absurdos en desmedro de la ciudadanía, y robando y coimeando a diestra y siniestra, el país se degrada y envilece a más no poder. Cuando lo que se requiere es todo lo contrario: integrar en vez de dividir, simplificar en vez de complicar, y servir en vez de robar.
(*) Exgobernador regional de Ica
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