Opinión

Diagnósticos y soluciones

Por: Ántero Flores-Aráoz Esparza

Hace algunos días, en una conferencia dictada en Lima, el periodista y comentarista político español Román Cendoya Martínez expresaba que, con gran frecuencia, los actores políticos que participan en campañas electorales son pródigos en hacer diagnósticos situacionales, pero poco generosos en plantear soluciones. Viendo nuestra realidad, ello está ampliamente corroborado.

Cotidianamente vemos a quienes pretenden postular a la presidencia de la República o al Congreso dar cátedra sobre la realidad nacional, a lo que agregan como corolario la necesidad de hacer correctivos. Sin embargo, no señalan expresamente los correctivos, ni sus costos, las fuentes de financiamiento, ni el tiempo en que razonablemente se podrían hacer realidad.

Ver las carencias es facilísimo, pero no es lo importante, ya que aquellas deben ser complementadas con soluciones concretas y posibles. Tenemos que expulsar de las campañas políticas el mero “floro” de diagnóstico, pues no es suficiente.

En lo que se refiere a las campañas políticas, ya no nacionales, sino regionales o locales, la cosa es más sencilla, pues por lo general se trata de ejecutar obras concretas, en las que hay concordancia entre los candidatos y los electores. Cuanto más pequeña sea la región o localidad, más fácil es establecer las obras que tendrán que ejecutarse. El ciudadano está más cerca de sus autoridades regionales y municipales y es más conocedor del día a día, que también es muchísimo menos complejo que el nacional.

Por lo demás, hoy en día no hay que preocuparse tanto por la magnitud de diagnósticos y soluciones concretas, pues existen las redes sociales que pueden ser vehículos convenientes para ello, en las que no existe límite de extensión y se puede ser además muy sugerente y emplear diversidad de imágenes.

Del otro lado de la mesa tenemos a los electores, que son los que reciben la información de los candidatos y tienen que procesarla debidamente, para lo cual deben ser capaces de distinguir lo serio de lo banal, lo importante de lo adjetivo, lo interesante del mero floro.

Hoy por hoy, si el elector no vota bien, es porque no se ha esmerado en estudiar las propuestas electorales que incluso están colgadas en la web de las autoridades electorales, así como de las correspondientes organizaciones políticas. En lo que se refiere al conocimiento de los candidatos, también está en manos de los electores conocer sus antecedentes, virtudes y defectos. En este mundo en que vivimos y con el hecho de que cada persona es portadora de teléfonos celulares, además de comunicarse por él, también lo usa de cámara fotográfica, ya no hay en la práctica secretos que ocultar.

Por último, la prensa tiene un sitial destacadísimo, pues puede preguntar todo y de todo a los candidatos, a quienes no deben dejar que solo expresen floro situacional, sino que señalen los correctivos, tiempos de ejecución y financiamiento, así como aspectos de calidad. Ya no hay perdón de Dios si los candidatos engañan a los periodistas; ello será culpa de estos últimos por falta de exigencias con sus entrevistados.

(*) Expresidente del Consejo de Ministros.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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