Opinión

“Democracia pelotuda”… que se llama

Por: Fernando Cillóniz Benavides

No hay nada más dañino y pernicioso para un país que ser gobernado por un “demócrata pelotudo”. Y ¡vaya que en los últimos años hemos sido gobernados por “demócratas pelotudos”! (Estoy parafraseando al congresista Guillermo Bermejo, cuando en su momento dijo que había que dejarse de “pelotudeces democráticas”).

En el caso del presente artículo, me referiré al expresidente Alejandro Toledo y a la vergonzosa actuación del Estado (de aquel entonces y de ahora) frente a la toma de la comisaría de Andahuaylas por parte de Antauro Humala y un puñado de reservistas el 1 de enero de 2005.

En el “Andahuaylazo”, los insurrectos exigieron la renuncia del entonces presidente Toledo. Es decir, fue un intento de golpe de Estado. Previamente, en 2004, Antauro Humala había llamado descaradamente “a las armas”. Los informes de inteligencia daban cuenta de los planes insurreccionales de aquel personaje. Peor aún, Ollanta Humala, que también estaba metido en la asonada de su hermano Antauro, fungía de agregado militar en Corea del Sur. O sea, el Estado estaba siendo amenazado desde adentro. Pregunto: ¿por qué no fueron abatidos Antauro Humala y los reservistas mientras estaban en posesión de la comisaría de Andahuaylas? “Democracia pelotuda”… que se llama.

Después de la toma de la comisaría, Antauro y sus secuaces se dirigieron al cuartel del lugar (Los Chancas). Allí, conversó con el teniente coronel (EP) a cargo de dicho cuartel. ¿Por qué no fueron detenidos él y sus secuaces? “Democracia pelotuda”… que se llama.

Mientras tanto, el presidente Toledo… bien gracias, libando en Punta Sal.

Al día siguiente a la toma de la comisaría, el 2 de enero, los insurrectos mataron a mansalva a 4 policías. Incluso, capturaron a 4 militares a quienes exhibieron como trofeos de guerra. ¡Imposible no recordar a Antauro Humala desde una tribuna dando entrevistas a periodistas del lugar!

¡Cómo olvidar la imagen de Antauro Humala, cargado en hombros por sus reservistas, dando un paseo triunfal por las inmediaciones de la comisaría de Andahuaylas! “Democracia pelotuda”… que se llama.

La Policía intentó recobrar el control sobre la comisaría, pero la operación se detuvo debido a la intervención de la Defensoría del Pueblo. Poco después, los rebeldes secuestraron a cinco miembros del Ejército que estaban apostados en lugares aledaños a la comisaría. Más aún, otros 7 policías fueron capturados y entregados a los rebeldes. ¡Humillante! Al final, Antauro Humala terminó rindiéndose y fue detenido. Enterados de la captura de su líder, los rebeldes se rindieron. Humala fue sometido a un proceso judicial y en 2009 recibió una condena de 25 años de prisión.

A lo que quiero llegar es que ese tipo –criminal, corrupto y drogadicto– luego de cumplir su condena (reducida por buena conducta) está suelto en plaza. Está amenazando de muerte descaradamente a altos mandos de las Fuerzas Armadas y a todo aquel que no calce con su forma de pensar. Hace poco inscribió su partido político ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y es candidato a presidente de la República en las elecciones generales del 2026. “Democracia pelotuda”… que se llama.

(*) Exgobernador regional de Ica.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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