Opinión

Cuestión de desconfianza

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

Cada ladrón cree a los demás de su misma condición, reza el dicho y así ha quedado demostrado en el caso de Pedro Castillo y su organización criminal -así sancionada por la fiscal de la Nación- que está intentando realizar un golpe de Estado mediante la manipulación inconstitucional de la “cuestión de confianza” habiendo traído a la Organización de Estados Americanos (OEA) al Perú precisamente con el cuento de que se estaba gestando un “golpe de Estado” en su contra.

La maniobra es burda y clarísima: primero intentó forzar la derogatoria de la ley 31355 que ha puesto coto a la abusiva interpretación que de la cuestión de confianza hizo Martín Vizcarra y luego pretendió extender dicho ilegal planteamiento a la eliminación de la ley que regula el referéndum. Ambas leyes refrendadas, en cuanto a su constitucionalidad, por el propio Tribunal Constitucional y ajenas a la política general del gobierno, único ámbito bajo el cual el régimen puede plantear la cuestión de confianza.

El argumento recurrente de Castillo es que las elites y los grupos de poder no lo dejan gobernar a favor del pueblo que, en su visión marxistoide -Castillo no es ni siquiera comunista-, está integrado exclusivamente por los obreros ya que, en algún momento, hasta de los campesinos se olvidó. Esta es la monserga que predica en los consejos de ministros descentralizados y ahora en sus reuniones con las nuevas autoridades regionales y ediles.

Por cierto, además de contar en el Congreso con el apoyo de los mentados “niños” y de otros topos ahora saltó la liebre sobre el indigno voto de la congresista Digna Calle, como miembro de la Junta Directiva, en contra del legítimo rechazo por parte de ésta a la segunda cuestión de confianza, con el nombramiento de una ministra de su partido, Podemos (maquinaria electoral acostumbrada a que puede hacer cualquier cosa).

Es evidente cuál va a ser el siguiente montaje de Castillo: seguir presionando otra cuestión de confianza de la misma manera ilegal e inconstitucional que lo viene haciendo para, luego del rechazo correspondiente por parte del Congreso, plantear la disolución del mismo en aplicación ilegítima de nuestra Constitución.

En 15 meses de gobierno el corrupto régimen de Castillo, ya con 5 gabinetes ministeriales y docenas de ministros cambiados, no ha hecho absolutamente nada por el Perú: basta mencionar que al cierre del ejercicio presupuestal de este año existen más de 30 mil millones de soles del presupuesto de inversión del Estado no utilizados. Por cierto, a falta de Aníbal Torres, buena es Betssy Chávez, otro cuadro que obedece al mismo renglón y con muchas cosas por aclarar.

(*) Presidente de Perú Nación

(*) Presidente del Consejo por la Paz

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