
Sin duda, el incremento de las cifras delictivas de las diversas modalidades que el hampa utiliza para vulnerar a sus víctimas son muy preocupantes. La modalidad del raqueteo, los asaltos a mano armada en la vía pública, recordándoles que no hay un ámbito seguro hoy en la ciudad y se ha quintuplicado el ciberdelito, los asaltos a viviendas, los robos de vehículos o accesorios vehiculares y nos basamos en denuncias presentadas. Recordemos que en algunos casos la cifra negra de la no denuncia es muy alta. Las cifras que nos llevan a un preocupante análisis son los homicidios, que de los meses de enero a setiembre de este año en Lima Metropolitana y el Callao se reportaron 274 asesinatos por arma de fuego, además de 171 heridos por armas de fuego, estamos hablando de una coyuntura donde, además, nos encontramos en estado de emergencia, situación que, en mi opinión, no ha dado ningún resultado positivo, es una medida que se viene ampliando por quinta vez desde el 2 de febrero de este año.
Ante la desesperación de la gente frente a un riesgo real, hoy cualquiera podría ser la próxima víctima del abanico de delitos que se da en la ciudad, y a dos semanas de las elecciones Regionales y Municipales la mayoría de candidatos aprovechan para ofrecer incluso cosas inviables que prometen, comko acabar con la delincuencia, promesa totalmente utópica.
Hay muchos factores por lo que hoy vivimos estas cifras delictivas, como que hay limitaciones de orden técnico, de orden legal y de procedimientos, el actual Código Procesal Penal no ayuda a la policía a investigar adecuadamente y es la propia policía que se queja de ello. Además este gobierno no brinda un real apoyo a la Institución, más bien es todo lo contrario, hay muchas carencias como empezando por la falta de personal, pero señalando que no solo se trata de cantidad, también de calidad de servicio, falta y con urgencia unidades móviles adecuadas, equipamiento, comunicaciones, infraestructura en general, hay que modernizar urgente a la institución policial.
Finalmente, ante esta realidad, los ciudadanos hoy más que nunca debemos asumir una cultura preventiva como norma de vida en todos los ámbitos, no ser nada confiados y sí muy solidarios como vecinos; demás esta decirles que, frente a una delincuencia con armas de fuego en sus manos, no hagamos nada, no respondamos con violencia, las cifras descritas lo dicen todo.
(*) Presidente de Aprosec
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