COVID-19: Cuidado de niños con necesidades especiales de salud

A medida que el COVID-19 sigue propagándose, los niños con necesidades médicas especiales podrían correr un mayor riesgo de sufrir complicaciones. Esto incluye a niños con afecciones crónicas físicas, del desarrollo, emocionales o del comportamiento y afecciones médicas complejas. La escuela, los servicios de apoyo, actividades y rutinas pueden interrumpirse de forma continua.

En ese panorama, los padres pueden incluir una serie de medidas para ayudarse a sí mismos, a sus familias y a sus niños con necesidades médicas especiales, a satisfacer sus necesidades de seguridad, crecimiento y salud durante la pandemia.

VARIOS NIVELES DE PROTECCIÓN

Especialmente en los niños con necesidades especiales de salud es importante usar varios niveles de protección para reducir el riesgo de esparcir la COVID-19:

• Manos y superficies: Lavarse las manos y limpiar las superficies, especialmente en lugares y objetos que se comparten, son dos buenas maneras para ayudar a proteger a sus niños del COVID-19. Elabore kits o establezca estaciones para el lavado de las manos, si es necesario.
• Lugares más seguros: Evite tres cosas en particular, lugares cerrados, especialmente donde no circula bien el aire, lugares aglomerados, ya sean en espacios cerrados o al aire libre, y lugares donde se realizan actividades que aumentan la propagación de microgotas respiratorias que puedan tener el SARS-CoV-2.
• Indispensable uso de mascarilla: Casi todos los niños con necesidades especiales de salud, de 2 años de edad en adelante, pueden usar mascarillas o cubiertas de tela que cubran bien la nariz y la boca. Las cubiertas de tela para la cara deben usarse en público, siempre que esté en espacios cerrados fuera de su domicilio y al aire libre.

CITAS EN CLÍNICAS

Si su niño con necesidades especiales de salud tiene varias citas regulares con varios especialistas, hable con ellos para coordinar los horarios. Pregunte cuáles pueden ser virtuales y cuáles en persona para así tratar de exponerlo lo menos posible al público.

CÓMO SOBRELLEVAR LA SITUACIÓN

Las familias y los cuidadores que se encargan de niños con necesidades médicas especiales tienen la capacidad de adaptarse a las adversidades que presenta la situación. Pero es difícil no sentir estrés o ansiedad en estos momentos sin precedente. Ante esto, puede seguir varias alternativas:

• Recuerde tomarse un tiempo para usted además de involucrarse en actividades de cuidado personal.
• Reconozca cuando necesite un descanso.
• Conéctese con otras familias de manera virtual, a través de videollamadas o redes sociales.
• Respire hondo, medite y participe en actividades físicas o pasatiempos.
• En familia, trate de inventar ideas creativas para mantenerse activos y sanos. Anime a sus niños a participar con sus ideas.
• Supervise también la salud emocional de su niño durante este tiempo. Hable con ellos sobre sus miedos, y déjelos que expresen sus sentimientos.

CÓMO TRATAR A LOS NIÑOS ESPECIALES

Según la revista biomédica Medware, se entiende por  necesidades especiales de atención en salud a todas aquellas necesidades básicas de los pacientes, modificadas según las características individuales, más una serie de necesidades determinadas por la presencia de una condición crónica de salud. A continuación, se enumeran dichas necesidades: – Ser reconocido como individuo único.

• Ser tratado con igualdad, sin discriminación.
• Tener libertad.
• Aprender a obedecer las indicaciones de tratamiento.
• Ser informados sobre su patología y las condiciones de manejo.
• Recibir medicación especial. – Recibir alimentación especial, según diagnóstico o patología.
• Favorecer el desarrollo de habilidades psicomotoras, dentro de lo que la condición de base permita.
• Insertarse en la red escolar.
• Tener oportunidades para la recreación, tanto individual como familiar.
• Tener una vivienda adaptada a su condición.
• Tener medios de transporte adecuados.
• Adquirir conocimientos de autocuidado.
•  Recibir afecto. Esta necesidad se ve poco satisfecha especialmente en el caso de los niños con daño neurológico, que sufren el rechazo tanto de su familia como del equipo de salud.