Particular

“Con ayuda del pueblo y de Dios, mi esposo lo logrará”

Habla Lilia Paredes, la flamante primera dama, quien acompañará a Pedro Castillo en Palacio junto con sus tres hijos, Jennifer, Alondra y Arnold

POR: GERARDO PORRAS

Se sabe que el presidente electo, Pedro Castillo, nació en Chota (Cajamarca), que fue campesino, rondero, profesor y dirigente magisterial, pero poco se conoce de su familia. Su esposa Lilia Paredes Navarro y sus tres hijos conservaron siempre el perfil bajo y prefirieron la discreción. Y, sobre todo, la humildad. Luego de la proclamación, las primeras palabras de la flamante primera dama fueron: “Acá no hay ningún festejo, pero no vamos a doblar rodillas para luchar por el pueblo peruano. Con la ayuda de Dios y del pueblo, vamos a sacar adelante al país”.

El nombre completo de la primera dama para el periodo 2021-2026 es Lilia Ucilda Paredes Navarro y tiene 48 años. Ella también es natural de Tacabamba, provincia a la que pertenece la comunidad de Puña, lugar donde nació su esposo Pedro Castillo. Ellos estudiaron juntos la secundaria en el colegio Arturo Osores Cabrera, ubicado en el distrito de Anguia, también en Chota.

“El colegio nos juntó. Nos conocimos en el primer año de secundaria. Estudiamos en dos turnos, en la mañana y por la tarde”, expresó Lilia Paredes, quien inició su relación sentimental con Pedro Castillo en 1989, cuando acabaron la secundaria. Se casaron en el 2000.

TAMBIÉN ES MAESTRA

La futura primera dama también es docente y miembro de la Iglesia Cristiana del Nazareno. Llevan más de 21 años de matrimonio y tienen tres hijos: Jennifer, Alondra y Arnold.

Pedro y Lilia también estudiaron juntos en el Instituto Superior Pedagógico Octavio Mata Contreras de Cutervo, una provincia ubicada al norte de Chota. “José me ayudaba mucho con las tareas.

José es una persona buena y alegre”, recuerda Lidia. Ella no le dice Pedro porque el nombre de pila del flamante presidente es José Pedro Castillo Terrones.

“Es algo hermoso que he encontrado en él; es como un padre”, refiere. “Yo no vivo con mi padre y le digo ‘papi’, y él me dice ‘hija’. Así es en nuestra casa”, explica. Lilia Paredes retrocede en el tiempo y recuerda sus años de estudiante. Cuenta que Castillo era el brigadier de su aula, ocupaba los primeros puestos y era respetado y apoyado por sus compañeros de clase.

EN LA POLÍTICA

Cuando ella egresó del pedagógico se le ocurrió iniciarse en el trabajo social. Fue entonces cuando promovió la construcción de un local para discapacitados. Por esos años quedó huérfana de madre. “Cuando perdí a mi mamá, quien tenía solo 46 años, me quedé sola con mis hermanos y mi padre, sufrimos mucho. En ese entonces, José me ayudó a criar a mi última hermana, a quien queremos como nuestra propia hija”, declaró en una entrevista.

La flamante primera dama cuenta que Pedro Castillo fue miembro del Comité de Cajamarca de Perú Posible en el 2002 y postuló a la alcaldía del distrito de Anguia, también en Chota, pero no ganó.

Recuerda que desde ese entonces varios partidos políticos buscaron a su esposo para que postule al Congreso por la región Cajamarca, pero él no aceptó ninguna propuesta. Afirma que luego pensaron en formar su propio partido, pero por la pandemia del COVID-19 los profesores que lo apoyaban no pudieron recolectar las firmas.

CARENCIAS Y DIFICULTADES

Fue entonces cuando se presentó la oportunidad de llegar al partido de Perú Libre. “Le dije a Pedro que lo primero es pedir permiso a Dios. Desde ese momento le pedimos que ilumine este trabajo”, rememora Lilia Paredes.

La esposa de Castillo señala que el camino no ha sido fácil, pues tuvieron años de carencias y dificultades. Pero esas experiencias le permitieron a su esposo conocer la realidad del Perú profundo e identificarse con su pueblo.

“José va a hacer un buen gobierno. Hay mucha gente que lo quiere minimizar, que no lo quiere ver prosperar, pero sé que tiene mucha voluntad y que lo va a lograr. Va a hacer mucho por el país y saldrá triunfante”, expresa. “Es un hombre de campo y sabe de las necesidades de las personas”, añade.

SUS HIJOS

Recién ahora que ha pasado la turbulencia política, Lilia Paredes habla de sus hijos. La mayor, quien trabaja como administradora de empresas, fue adoptada por ella tras quedarse huérfana. Igual que ella, Pedro también la quiere como su propia hija.

Su hijo varón, de 17 años, terminó sus estudios escolares hace poco y se preparaba para estudiar ingeniería civil en la universidad, pero tuvo que hacer un paréntesis debido a la campaña presidencial. La menor tiene 9 años y realiza clases virtuales.

Paredes Navarro habla del trabajo que realizará su esposo a partir del 28 de julio. “Es mucha responsabilidad, pero vamos a hacerlo, a cumplir con todo lo que se ha dicho. Voy a apoyar a mi esposo”, manifiesta.

“Que siga con las vacunas, todos deben ser vacunados. La salud, la educación, eso es lo más importante. La agricultura también. Yo sé que sí se va a lograr con la ayuda de Dios. Vamos a ir a Lima con toda la familia para estar unidos porque unidos se trabaja mucho mejor. Apoyaré con todo lo que esté a mi alcance”, puntualiza.

LOS PADRES DEL PRESIDENTE

Se llaman Ireño Castillo Núñez y Mavila Terrones Guevara, ellos son los padres de Pedro Castillo y están orgullosos. El presidente electo es el tercero de nueve hermanos.

Don Ireño nació en la hacienda de los Herrera, una familia de terratenientes en la sierra de Cajamarca. Pagaba el arriendo de las tierras que trabajaba a los dueños, hasta junio de 1969, cuando Velasco Alvarado decretó la Reforma Agraria.

Ese año, precisamente, nació su hijo Pedro. Doña Mavila es una mujer sentimental. Extraña a su hijo, lo recuerda mientras mueve la olla colocada en el fogón y los cuyes cruzan por sus pies. “Es un buen hijo”, asegura.

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