Chota estuvo en los ojos del mundo por el debate

Un debate presidencial, realizado en una provincia del interior por primera vez en la historia del Perú, puso a la ciudad de Chota, en Cajamarca, en los ojos del mundo. Lima, la capital del centralismo y los privilegios, quedó a un lado por un momento y las miradas de los peruanos se centraron en la tierra donde se crearon las rondas campesinas. Los candidatos Pedro Castillo, de Perú Libre, y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, desde sus orillas políticas e ideológicas, hicieron posible poner en vitrina a unos de los tantos pueblos del Perú profundo.

 Las cámaras de televisión, procedentes de Lima y otras ciudades del país, llegaron persiguiendo a Keiko Fujimori. En el trayecto y a su arribó a Chota enfocaban las carreteras flanqueadas de espesa vegetación, las casas con techos de tejas a dos agua o calaminas, a los lugareños con sus grandes sombreros de copa. En las redes sociales la palabra Chota se hizo tendencia y muchos comentaban lo hermoso del lugar.

PLAZA DE ARMAS

Uno de los primeros personajes en aparecer en las pantallas fue Nano Guerra García, miembro del equipo de plan de gobierno de Fuerza Popular, quien expuso algunas quejas sobre el hermetismo con que Perú Libre en el proceso de coordinación y gestión. Faltaban un par de horas para el inicio del debate y aún había dudas de su realización. Miembros de la comitiva local se encargaron de precisar que todo estaba en orden.

Efectivamente, la primera contienda verbal con miras a la segunda vuelta se llegó a realizar con los resultados que ya todos conocemos. Sin mayores contratiempos, con un aforo de 2,500 personas en la Plaza de Armas de Chota, entre ellos mil 500 ronderos y mil simpatizantes (500 de Perú Libre y 500 de Fuerza Popular). Hubo orden en la plaza, imparcialidad en los moderadores y, pese a los acostumbrados pullazos en el fragor del debate, los contrincantes Pedro Castillo y Keiko Fujimori quedaron satisfechos.

“CAPITAL TAURINA”

Este informal evento despertó el interés de muchos por conocer Chota y otras ciudades del interior del país. En las redes sociales muchos anunciaban que su próximo viaje sería a Chota o alguna otra provincia. No faltó quien sugiriera que se desempolve el proyecto para convertir nuevamente a Jauja (Junín) en la capital del Perú (lo fue en 1534, tras su fundación), mientras que otros propusieron llevar debates al Cusco, Arequipa, Ayacucho, Iquitos o Piura.

Chota, una de las trece provincias del departamento de Cajamarca, también es conocida como la “Capital taurina del norte peruano”. Después de Acho, en Lima, en esta ciudad se realiza la segunda feria taurina más importante del país. Se trata de la fiesta en honor a San Juan Bautista y se realizan corridas de toros los días 24, 26 y 27 de junio en la Plaza de Toros El Vizcaíno.

FUNDACIÓN ESPAÑOLA

Está ubicada a 145 kilómetros al norte de la ciudad de Cajamarca, a unas tres horas y 30 minutos por carretera y a 2,388 metros sobre el nivel del mar. El nombre Chota significa “cría de la cabra mientras mama”, pero también puede referirse a la cría de la vaca, el ternero.

La fundación española de la ciudad de Chota tuvo lugar el 1 de noviembre de 1562. El 29 de agosto de 1882, la ciudad de Chota fue incendiada por las tropas invasoras chilenas en represalia por la derrota que sufrieron en la batalla de San Pablo durante la Campaña de la Breña que lideró el mariscal Andrés Avelino Cáceres.

Además de la Plaza de Armas y la Plaza de Toros, entre sus atractivos turísticos figuran el sitio arqueológico de Pacopampa, el bosque de piedras de Chucumaca, el cerro Cruz y el valle de Tuctuhuasi.

“AL CHOTANO NI LA MANO”

Una curiosa frase sobre los pobladores de esta provincia se ha hecho famosa en Cajamarca: “Al chotano ni la mano”. No tiene contenido despectivo sino toro lo contrario.

Se dice que la frase surgió durante la guerra con Chile, donde los soldados del país sureño, que ya habían invadido el norte peruano, solían decirse entre sí: “Como dijo Baquedano, al chotano ni la mano”.
Ello se debía a que su máximo jefe, Manuel Baquedano, un día pronunció la frase debido a que los chotanos eran aguerridos y les habían causado muchas bajas. Fue entonces cuando los chilenos decidieron incendiar Chota.

Como de todos modos se presta a confusión, muchos han convenido reemplazar la frase por: “Al chotan la mamo, como hermano”.