Pedro Castillo, identificado por la Fiscalía de la Nación como el cabecilla de una organización criminal, está cercado, está acorralado, hay pruebas más que suficientes en el Ministerio Público como para ser vacado y encarcelado. Lo más probable es que Yenifer Paredes, su cuñada-hija, obtenga prisión preventiva y en los próximos días la primera dama esposa de Pedro Castillo (Lilia Paredes) tenga previsión preliminar, los hermanos y empresarios Espinos -hoy colaboradores eficaz y ya sometidos a la confesión sincera- han declarado ante el Ministerio Público que le han dado dinero a la esposa de Pedro Castillo.
Esta versión ya ha sido corroborada y, en las actuales circunstancias, el Congreso de la República hace buen rato que ejerciendo su función de fiscalización, control y juicio político ha debido vacar al precario inquilino de Palacio e inhabilitar a la vicepresidenta Dina Boluarte. Realmente muchos parlamentarios -salvo honrosas excepciones – han claudicado a sus obligaciones y deberes constitucionales; estos incompetentes argumentan que esperan el resultado de las investigaciones del Ministerio Público y del Poder Judicial. Señores congresistas, ustedes no tienen por qué esperar más, sus funciones y competencias son de carácter político y no jurídico con respecto a su labor fiscalizadora y el juicio político correspondiente.
Pedro Castillo y su corte de ministros ayayeros, mitomanos compulsivos destruyen el sistema democrático de la nación, generan desestabilización e incertidumbre, como consecuencia no hay empleo y crece la pobreza.
Todos los días hablan sandeces creando cortinas de humo para distraer la atención de la población, estoy convencido que Pedro Castillo acorralado por la abundante prueba que lo señala como el jefe de la mafia criminal establecida en la casa de Pizarro ha tramado la libertad de Antauro para que los reflectores apunten hacia ahí, mientras Pedro Castillo gana tiempo para fugarse hacia un asilo planeado.
El Congreso sin reflejos solo ayuda al circo montado por el Gobierno.
El pueblo debe alzarse y levantar la voz para defender la patria y sus libertades constitucionales.
(*) Abogado y analista político.
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