La semana de representación, en la que los congresistas tienen que movilizarse a diversas provincias para conocer de cerca los problemas de sus regiones, demanda un gasto al Parlamento de cerca de 800 mil soles al mes, es decir, 9 millones 360 mil soles al año.
Por los cinco días de trabajo, a cada congresista se le asigna 2,800 soles, mientras que cada asistente recibe 320 soles diarios. Es decir, por los cinco días el gasto sería de 6,000 soles, que sirven para el alquiler de vehículos, entrega de ayuda humanitaria y otros.
Ahora bien, si multiplicamos esos 6,000 soles por 130 (el número de congresistas), el gasto total de cada mes sería de S/.780,000. Y si multiplicamos este monto por los 12 meses, el gasto anual sería de 9 millones 360 mil soles.
Varios legisladores han sido cuestionados porque en sus informes consignan actividades que no guardan relación con lo que, se supone, deben realizar.
Por ejemplo, la parlamentaria Isabel Cortez (Cambio Democrático – Juntos por el Perú) explicó que, como parte de las actividades de representación, acompañó una marcha de protesta de la CGTP.
