
Durante el gobierno de Alejandro Toledo, en un programa humorístico parodiaban a un ministro del Interior que, al dar declaraciones a la prensa y describir, con gestos de alarma y temor, la ola de asaltos y robos que se daba en ese entonces, exclamaba: “¡Dónde está el ministro! ¡Llamen al ministro!”. Y al final decía: “¡El ministro soy yo!”. El asalto perpetrado en el terminal terrestre de Yerbateros por cuatro sujetos armados, que desvalijaron a los pasajeros que esperaban para abordar su bus, demuestra que estamos ante una situación parecida o hasta peor.
Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad son elocuentes y demuestran el nivel de osadía y desparpajo de los delincuentes, que en estos tiempos ya no tienen ningún reparo en asaltar, arma en mano, a un grupo numeroso de personas. Con el riesgo de que entre las víctimas haya policías de civil o encubiertos que pudieran responder y atraparlos.
La modalidad del asalto y robo en manada, como el que se dio en Yerbateros, no es nuevo en el Perú, pues a inicios del año pasado se registraron varios casos en Ate, El Agustino, el Callao y en algunas ciudades del interior del país, como Piura y Chimbote. Este método delictivo guarda cierta similitud con el saqueo, la diferencia está en que los delincuentes usan armas para amenazar a sus víctimas con la finalidad de obligarlas a no oponer resistencia y entregar todas sus pertenencias de valor. En el caso del terminal terrestre, los hampones se llevaron los 5 mil soles que tenía un comerciante, así como carteras, billeteras, celulares y relojes de otras personas.
Uno de los casos más alarmantes de asalto y robo en manada es el que ocurrió en enero del año pasado en la urbanización Grumete Medina, en Ate. Como consta en los videos de las cámaras de seguridad, alrededor de 20 sujetos armados, 10 de ellos en motos, irrumpieron en una transitada calle y despojaron de sus pertenencias a decenas de personas.
Esta modalidad delincuencial se ha incrementado enormemente en los últimos meses y, además de las calles, los objetivos son buses, tiendas y otros lugares muy concurridos. Pero nunca antes se había registrado un asalto de este tipo en un terminal terrestre, por lo que la Policía debe incluir a estos lugares en sus planes de seguridad. Faltan menos de dos semanas para la Navidad y la delincuencia, como parece, arreciará con inusitada fuerza y violencia. ¿Tendrán ya un plan la Policía Nacional para hacerle frente a esta situación? ¿O seguirán pensando que el denominado “plan Boluarte” es la solución?. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.