Opinión

Ángel Delgado y la meritocracia institucional

Por: Alberto Bajak

La democracia peruana ha sido siempre de lo más voluble y poco estable jurídicamente. Desde las dictaduras instauradas por caudillos, hasta presidentes básicos que perdieron su influencia post ejercicio del poder, sus administraciones fueron ejecutadas sin mayor lustre republicano.

Pero en el devenir del nuevo siglo, como pandemia permanente, la pillería encarnada por los últimos mandatarios ha sido de funestas consecuencias en la administración de la política pública. Estos lunfardos nunca ejecutaron reformas políticas sustanciales para el progreso nacional. Sólo pensaron en llenarse los bolsillos de dinero, vía coimas y licitaciones. Y con ello, la resultante fue que lo más indecoroso y hediondo de la política nacional, ingrese a la gobernanza con sus redes de corrupción y tráfico de intereses. A pesar de esto, la resiliencia jurídica peruana, prevalecerá.

Por tanto, creemos que la cleptocracia institucionalizada por décadas, debe ser desmantelada y el lumpen que sueña con la posibilidad de enriquecimiento personal, no debe acceder libremente a los partidos democráticos. Por ello, en un acto de meritocracia pura y de profilaxis política que estábamos extrañando, debemos saludar la brillante iniciativa de la Doctora Alejandra Aramayo, ex Congresista de la República que con decisión propone al presidente del Congreso Eduardo Salhuana, designar al Doctor Ángel Delgado Silva como nuevo jefe de la Oficina Legal Constitucional del Congreso de la Republica.

Ángel Delgado es un abogado constitucionalista, experto en derecho político. Analista en múltiples medios de comunicación, docente universitario, ex regidor de Lima, y exjefe del Gabinete de Asesores de la PCM.

Experto en torear dificultades con gran cautela y experiencia. Pero lo fundamental, aparte de sus extraordinarias credenciales profesionales, es su honestidad y decencia. Esa virtud griega, llamada areté, que en el ejercicio de la cosa pública peruana en la práctica, ya no existe, será implementada por Delgado en el lugar que corresponda. Su trayectoria intachable y los principios éticos que maneja serán puestos de manifiesto en el congreso nacional.

Debido a ello, tomando el concepto tutelar del orden constitucional, nuestra República debería estar prefijada administrativamente en el concepto de meritocracia y transparencia. Con esto, se eliminarían graves problemas de conducción y pericia en el manejo estatal.

La elección del doctor Ángel Delgado puede ser el punto de quiebre, el inicio de una gran reforma político-electoral de transformación integral del Estado en su conjunto. Y eso parte, también del factor humano que operará esas instancias del poder político. Gente íntegra en el aparato estatal peruano, que promueva reformas y que convierta al Perú en Estado Nación libre de corrupción, que afecta a la clase media y destruye a los más pobres.

(*) Analista político.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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