Ama de casa se convierte en hada madrina de niños pobres

Ejemplo de filantropía digno de imitar Una madre de familia con su pequeña  hijita de dos años y medio cumple con un noble propósito: hacer feliz a más de un centenar de niños pobres del distrito del Rímac, llevándoles regalos consistentes en  juguetes, ropa, zapatos y zapatillas en la más grande fiesta de la cristiandad como lo es la Navidad, fecha en la que se conmemora el nacimiento de nuestro salvador Jesucristo.

Se trata del ama de casa María Alexandra Arenas Guzmán, quien es una mujer que actúa no guiada por algún afán político, si no por su noble sentimiento de amor al prójimo, llevando felicidad a más de 100 niños provenientes de hogares de precaria situación económica.

“Tengo mucha identificación con los niños provenientes de hogares pobres y por ese motivo desde hace cuatro años que salgo a las calles del Rímac, lugares por donde transitan niños con marcada situación de pobreza a quienes les llevo regalos de acuerdo a su edad , entre los que figuran juguetes para ambos sexos, prendas de vestir, entre ellos polos, pantalones, blusitas, zapatillas y zapatos, quienes me esperan con ansias para las fiestas de navidad , porque sus padres no tienen para comprarles ningún tipo de regalo y obsequio. Yo soy como su hada madrina porque los hago felices con mis obsequios navideños”, manifestó la bondadosa mujer. María Alexandra ya lleva cuatro años realizando esta noble labor navideña en las zonas más despobladas de los cerros de San  Juan de Amancaes, en la Av. Francisco Pizarro, etc., desde que era soltera y ahora que tiene a su pequeña hijita Zoe, de dos años y medio, la lleva para que aprenda desde pequeñita a revestirse de la verdadera esencia de la Navidad es que amar al prójimo y compartir con los que no tienen nada.

Cuando le preguntan quién financia su labor social navideña, María Alexandra responde que ella desde el primer día del año y durante el año continúa pidiendo ayuda  a sus familiares, amigos y algunas personas de condición económica acomodada para que se pongan la camisera a favor de los niños más necesitados del distrito bajopontino, donando juguetes, roja, zapatos y zapatillas a favor de los niños más pobres del Rímac.