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Adiós al lavado verde: Responsabilidad social será obligatoria para las empresas

Especialista afirma que en el Perú la sostenibilidad corporativa se constituirá en un requisito ineludible

Llegó el fin del “greenwashing” o lavado verde, al que recurren las empresas para simular prácticas sostenibles a través de falsos beneficios ambientales. La alerta la hace, desde Barcelona, el académico y gestor peruano Miguel Castañeda Loayza, quien ha realizado un análisis profundo y pormenorizado de los últimos 50 años en cuanto a la evolución de la sostenibilidad corporativa y sus tendencias, lo cual plasma en su último libro.

El especialista, autor de la obra “Organizaciones sostenibles: Nueve pasos para crear sostenibilidad corporativa”, que presentó recientemente en España y próximamente lo hará en nuestro país, sostiene que desde los años 70 a la fecha ha corrido mucha agua bajo el puente sobre el tema en cuestión y que, desde el 2024, las obligaciones que ya rigen en Europa van a empezar a exigirse en el Perú.

TRATADOS COMERCIALES

Miguel Castañeda sostiene que las estrategias de responsabilidad social se aplican en todas las empresas. “Ocurre que en el Perú las que más aportan son las mineras y las petroleras, el gas de Camisea, por ejemplo. También los bancos, todas las empresas que cotizan en Bolsa”, añade.

“Existen tratados comerciales entre Perú y Europa. Van a pedir que se les exija a la Bolsa de Valores de Lima y otras organizaciones a que tengan un seguimiento sobre los programas de responsabilidad social corporativa. Ya no serán voluntarios, a partir de ahora van a ser obligatorios”, advierte Miguel Castañeda.

NO SOLO LAS MINERAS

Sostuvo que en los países europeos nos llevan la delantera en materia de responsabilidad social y sostenibilidad corporativa. “Lo mismo va a pasar en Perú. No solo las mineras, los grandes bancos, las grandes fábricas, Alicorp, Backus…, que se llenan la boca ahora al decir que hacen responsabilidad social, cuando lo que hacen es lo que se llama aquí lavado verde, el ‘greenwashing’”, remarcó.

El gestor explicó que las acciones de estas empresas en realidad no tienen un impacto real en la sostenibilidad del entorno inmediato porque no están obligadas, pero a partir del próximo año los protocolos van a tener que ser cumplidos indefectiblemente en el Perú. “¿Qué va a pasar cuando se vayan Yanacocha, Pierina? Desde hace 20 o 25 años atrás, cuando empezó Yanacocha, las comunidades están igual o peor que antes”, remarcó.

UN EJEMPLO

Castañeda Loayza dio un claro ejemplo de cómo la falta de responsabilidad social puede afectar las inversiones y con ello el desarrollo económico del país. “Proinversión, en última licitación de Michiquillay, cuando Anglo American dejó Michiquillay, esta retornó a los activos del Estado peruano. Entonces, el Estado sacó una licitación mundial. Es un yacimiento riquísimo en cobre, pero tiene problemas de gobernanza interna con las comunidades de los alrededores”, explicó.

“Se presentaron solo dos o tres empresas y ganó Southern, que no es de las mejores. ¿Por qué no se presentaron Anglo American, Río Tinto, Newmont, Glencore, MM Metals, las propias chinas? Había un problema de fragilidad en la estrategia de sostenibilidad social y ambiental de esta operación. Hicieron su evaluación y Proinversión no tuvo éxito. Pésimo trabajo del ministro y el viceministro de Energía y Minas de ese entonces. Nunca un yacimiento en el Perú tuvo tan pocos postores”, recordó.

PROTOCOLOS ESG

Advirtió que esta situación puede pasar con otras licitaciones. “Si el Estado peruano no se prepara para este tipo de procesos, definitivamente no vamos a tener los mejores postores en los grandes proyectos de inversión que necesitamos en nuestro país. No estamos sintonizados con las grandes exigencias globales, como en este caso lo dicta la Comisión Europea con los protocolos ESG (Environmental, Social and Governance, factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa) y otras directivas”, indicó.

ALGUNOS HALLAZGOS

1 En los años 70, 72, 73, con la política económica y académica de Milton Friedman, se consideraba la responsabilidad social al simple pago de impuestos. Ahora, en Europa, los aspectos de sostenibilidad social son obligatorios.

2 La responsabilidad social y sostenibilidad corporativa influyen en los criterios de los ESG, que son los factores ambientales, sociales y administrativos que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa.

3 Las empresas que inviertan en responsabilidad social, con proyectos de desarrollo sostenible verificables, podrán ser exoneradas de impuestos.

Miguel Castañeda Loayza es profesor universitario en diferentes escuelas de graduados, dirige un centro de investigación con sede en Barcelona con operaciones en África, en el Congo. Asesora a gobiernos locales y regionales europeos, así como a empresas. Además, posee una oficina en Bruselas y una empresa consultora en fondos europeos.

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