Opinión

Abandono en las fronteras

Muchos políticos se han escandalizado con un video que circula en las redes sociales donde un periodista que habla en idioma portugués dice que los pobladores de muchas comunidades de la provincia de Purús, en Ucayali, quieren pertenecer a Brasil porque se sienten abandonados por el Estado peruano. Relata que las mujeres peruanas cruzan la frontera para dar a luz en Brasil y que todos los productos que consumen los compran en el vecino país. Por ahí algunos indignados piden que el gobierno peruano desmienta esa versión. Pero qué va a desmentir si lo que se dice en el reportaje es muy cierto. Y no es un tema nuevo, sino que viene de hace décadas.

Esto no es solo de este gobierno, sino de todos los anteriores, que siempre han ignorado o marginado a las poblaciones del interior del país, especialmente a las que habitan las fronteras más recónditas, así como las zonas rurales de la costa, sierra y selva. En sus campañas políticas o cuando asumen el poder se llenan la boca haciendo promesas en sus discursos, pero luego se olvidan. No más recordemos al expresidente Pedro Castillo, que a cada rato hablaba del Perú profundo, les decía “mis hermanos” a los habitantes de provincias e instauró los consejos de ministros descentralizados, que se realizaban en el más completo desorden. Estos consejos sólo eran conciliábulos de carácter político e ideológico amenizados por bulliciosas portátiles y donde las autoridades locales y los dirigentes eran convidados de piedra.

Muchas veces se ha denunciado el abandono de los pueblos fronterizos no solo de Ucayali, sino también de Loreto, Amazonas o Madre de Dios, pero las autoridades han hecho oídos sordos o les interesó un comino el drama que viven poblaciones como la de Purús. En mayo del 2023, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso realizó una sesión descentralizada en Loreto y luego la audiencia pública denominada “Desarrollo e Integración Fronteriza, Avances y Perspectivas”. Invitó oportunamente a los ministros, pero estos enviaron a sus representantes. El foro sólo sirvió para denunciar, una vez más, el abandono de las zonas fronterizas y la ausencia del Estado.

Vamos a ver si el Gobierno de Dina Boluarte se digna abordar este tema, analizar alternativas de solución y de una vez ejecutar las acciones que corresponden para dotar a estas poblaciones al menos de los servicios elementales, como son agua potable, energía eléctrica, puestos de salud y colegios. Estos pobladores, a pesar de vivir en zonas tan alejadas, son tan peruanos como cualquiera de los que vivimos en Lima. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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