“A Sendero Luminoso hay que hacerle una lucha de ideas”

El abogado constitucionalista y analista político Ángel Delgado, en una nueva entrevista de nuestro canal digital La Noticia Multimedia, señala el terreno en el que, tras la muerte de Abimael Guzmán, se debe combatir a Sendero Luminoso. Advierte que es importante conocer al enemigo para darle batalla y que la trinchera intelectual es una de las más importantes.

¿Por qué cree que el Gobierno no habla con firmeza respecto al tema Abimael Guzmán?

Por varias razones, porque este es un Gobierno que no tiene firmeza en otros aspectos que son también urgentes para la vida ciudadana. No hay respuestas claras ni contundentes. Una de las características del señor presidente de la República es que frente a los hechos se abstiene. El ejemplo concreto son unas declaraciones de hace unos minutos en Cajamarca, donde él dice que entre la polémica desatada entre Vladimir Cerrón y el ministro de Justicia, él ha decidido no meterse en lo que llama “dimes y diretes”. Ese es un tema de irresponsabilidad. Eso lo podría decir cualquier persona que no tenga responsabilidad, pero el primer mandatario, que tiene que asegurar coherencia en la marcha de su equipo gubernamental es una actitud de desidia, que deja que las cosas se resuelvan solas y ese es el peor escenario. El Gobierno se abstiene, elude, le tira la pelota a otro. También no hay por qué negar el otro aspecto, porque al interior del Gobierno del Castillo existe una fuerte presencia de elementos vinculados a Sendero Luminoso.

¿Aún es un peligro el denominado “pensamiento Gonzalo?

El nuevo Sendero Luminoso ya renegó de la lucha armada, pero bebe del “pensamiento Gonzalo” y que ha tenido experiencias en la guerra que le desataron de modo insano al Perú. Esta gente que tiene posiciones de Gobierno, como por ejemplo el ministro de Trabajo, el señor Iber Maraví, entre otros más, tienen una posición que en ningún caso pueden tomar una medida que los explicite. Yo creo que en otras condiciones ellos podrían haber incluso sugerido que Palacio de Gobierno ponga la bandera a media asta. Pero, claro, llegar a esa desfachatez sería entrar a un ritmo de deterioro ante la opinión pública mayor de la que ya tienen. Y, en consecuencia, la fórmula intermedia es ni sí ni no, ni para adelante ni para atrás, mantener la abstención y que sean otros los que resuelvan el problema.

Creo que más o menos esa debe ser la transacción que ha ocurrido en las altas esferas del Gobierno para no tener un pronunciamiento en contra, dejando, además, que las cosas se resuelvan solas en la medida que no es fácil, porque de acuerdo a la legislación existente, los deudos, los familiares tienen derecho, como sucede en cualquier lugar del mundo, a recoger los restos de sus familiares y darle la sepultura que ellos desean. Esto es un tema elemental y así está normado. Lo que pasa es que tenemos a un genocida que ha causado mucho daño y el temor, de las personas también, que creen que en torno a la tumba de Guzmán se pueda generar un centro de veneración.

Se han dado esos casos ya en la historia…

Es cierto. Sin embargo, esa es una preocupación y creo que importante, pero como ya dijo la señora Iparraguirre, la esposa del genocida, “podrán destrozar su cuerpo, pulverizarlo, liquidarlo”; sin embargo, las ideas, el llamado ‘pensamiento Gonzalo’, el legado en vida del dirigente terrorista –dice ella– ya encarnó, ya ha hecho cuerpo en la mente, en el corazón de miles de peruanos, de legiones de jóvenes, especialmente aquellos que no vivieron la experiencia terrorista y ese es el tema que nos preocupa.

Hay que combatirlo en el terreno ideológico.

En eso debe centrarse el debate y la preocupación ciudadana. Si a la muerte del dirigente terrorista, como él dijo el día que fue capturado, hace ya 19 años, “lo que está en mi cabeza –señalando con el dedo índice–, las ideas, no morirán”. Las ideas le van a sobrevivir y eso es lo que a mí me causa preocupación.

Quienes creen que se cierra un capítulo con el deceso de Guzmán pueden estar equivocados porque se abre otro mucho más peligroso, donde ya muerto el personaje con todos sus problemas, vicios, actos insanos, el personaje se idealiza porque la muerte tiene esa facultad. Tendemos a ver, con el tiempo y con el hecho físico de la desaparición, al personaje ya en una dimensión completamente distinta. Y eso creo yo que va a suceder porque tiene seguidores que han avanzado en los últimos años.

¿Piensa que Sendero puede fortalecerse?

Sendero Luminoso, a pesar de la derrota militar que sufrió hace 20 años, no ha desaparecido, sino por el contrario ha sabido mimetizarse, ha mutado, ha cambiado de estrategia. Es verdad que ha abandonado la lucha armada porque sabe que en una confrontación militar con el Ejército Peruano no tiene nada que hacer, pero sí utiliza los resquicios que le da la democracia para penetrar, para hacerse fuerte. E incluso en una alianza con el grupo bolivariano, cubanista, de Cerrón, Perú Libre, ha logrado con el señor Castillo llegar al Gobierno y hacerse de importantes cargos de poder, como el señor Maraví.

Ni no somos capaces de ser vigilantes y alertas, si no desarrollamos una lucha de ideas para demostrar lo nefasto, lo grave que significa el ‘pensamiento Gonzalo’, que no puede ser fuente de inspiración para ninguna lucha por la justicia social, sino todo contrario, vamos, quizá a perder, en el tiempo, esta batalla en el largo plazo.

“MUCHOS NO SABEN QUIÉN ES GONZALO Y ESO DA VERGÜENZA”

“Muchos no saben quién es Gonzalo, no saben si es un actor de cine, un parlamentario. Y eso da una profunda vergüenza porque nos desarma como comunidad y entonces vamos a ser presas, en otro momento, de este tipo de ideas que producen resultados similares tan desastrosos”, afirmó Ángel Delgado.

Consideró que, por ello, debemos ver la muerte de Abimael Guzmán “no como el cierre de un capítulo, sino como el inicio de una etapa distinta en la cual, sino nos ponemos listos, sino tenemos una actitud dispuesta y firme, vamos a hacer que Sendero Luminoso disfrazado, mimetizado, pueda seguir avanzando, conquistando posiciones, como ya lo ha hecho”. “La prueba palmaria es el resultado del Gobierno de Pedro Castillo”, sentenció.