La noticia de la semana que pasó ha sido las revelaciones de la señora Karelim López al convertirse en colaborada eficaz de la fiscalía. Esa figura de colaborador eficaz ha sido tan alabada por muchísima gente y últimamente sufrió algún tipo de críticas y modificaciones en el Congreso; sin embargo, es una figura que ha servido para poder procesar con cierto éxito a los expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y, actualmente, al presidente Castillo.
A pesar de que es una figura que puede haberse utilizado con algún tipo de exageración, ha dado resultados; creo que en el caso de Odebrecht hubo un exceso de beneficios a cambio de una serie de delaciones que no fueron todas las que se esperaban y que permitió que Odebrecht se ahorrara millones de soles y pueda vender propiedades como Chaglla, inclusive que se le pueda condonar una deuda de 1,050 millones de soles que la Sunat quería cobrarle. A pesar de esos excesos cometidos, se trata de una figura que está dando algún tipo de resultados y es difícil creer que una persona como Karelim López, a quien hemos visto entrando y saliendo de Palacio de Gobierno, o saliendo de la casa de Breña con bolsas (se presume que de dinero), una persona que ha ganado licitaciones por millones de soles, que ha participado del núcleo de poder de Castillo, que ha organizado la fiesta de la hija del presidente de la República. O sea, una persona tan vinculada al Gobierno y con tantos negocios productivos en solamente siete meses de gestión presidencial, es difícil pensar que no sea una colaboradora eficaz sincera. Todo indica que se trata de una colaboradora real, verídica y certera. Ella está tratando de salvar parte de su patrimonio y, sobre todo, lograr una condena menor.
Con la versión de Karelim López ya no estamos hablando que el presidente esta fuera de la organización criminal que está dentro del Gobierno, sino que es el propio presidente el cabecilla de esta organización, esto de acuerdo a la confesión de la señora López. De ser así, estamos hablando del principio del fin del actual Gobierno. Nunca antes en el Perú se ha vinculado tan rápidamente a un jefe de Estado en una organización criminal.
Ahí están los hechos y las pruebas. Como un muchacho de 27 años se vuelve un contacto con el Estadio que cobra más de 500 millones de soles. Eso y otras cosas perjudican mucho a Castillo y veo difícil que el presidente logre dar explicaciones precisas de lo que está pasando.
Desde hace unos 15 o 20 años se sabe que hay un club de los constructores que se han beneficiado con obras corruptas en el Perú gracias a varios Gobiernos, y la llave de la caja está en el Ministerio de Transportes que es el que mayor presupuesto tiene.
(*) Excongresista de la República
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