Ante la presentación del segundo gabinete del Gobierno de Pedro Castillo, ha quedado pendiente la discusión y votación de la cuestión de confianza que ha planteado la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez Chuquilín, y cuya decisión se ha diferido hasta el 4 de noviembre próximo.
De acuerdo a la Constitución, el nuevo gabinete, luego de exponer y debatir la política general del gobierno, plantea cuestión de confianza; para su aprobación se requiere no menos de 66 votos. También es sabido que, si se niega la confianza o se censura a dos gabinetes, el presidente puede disolver el Congreso y convocar a nuevas elecciones parlamentarias.
Algunas bancadas de oposición han anunciado su voto por la negación de la confianza, a la que podría sumarse el grupo cerronista de Perú Libre que ha anunciado que negarán la confianza por contradecir ese discurso el ideario de su partido.
Pero la mayor amenaza no viene de los opositores, sino del mismísimo presidente de la República quien desde Bagua, a la misma hora que su primera ministra anunciaba que apostaba por la inversión privada y que no habría expropiaciones y que en el caso de Camisea se propiciaría la exploración de nuevas reservas, para lo que se necesitan fuertes inversiones, y la masificación del uso del gas, anunciaba con entusiasmo la formulación de una ley sobre la estatización o nacionalización del gas de Camisea.
Pero no fue solo Mirtha Vásquez la desairada, también lo fue Pedro Francke “no vamos a expropiar el gas de Camisea, por lo tanto, las empresas privadas seguirán explotándolo”.
Después de este torpedo presidencial a la línea de flotación de su propio gabinete, ¿qué le queda a la premier? Muy poco espacio, el presidente se rectifica o ella renuncia, pero no pueden mantenerse en pie dos discursos contradictorios en un tema tan esencial como es el tratamiento a las inversiones extranjeras y relacionado a un recurso esencial para el país como es el gas, generador de la mitad de la energía eléctrica del Perú.
Pero me temo que la falta de sensibilidad política hará que no se reaccione ante esta contradicción insalvable y la terminen sepultando sin comentarios, pero eso no significa que no se perciba el hecho por la opinión pública, tan así que hoy (ayer) volvió a subir el dólar a S/ 4 como consecuencia de esta nueva incertidumbre.
Supongo que una mayoría estrecha aprobará la confianza, pero el gabinete quedará herido por fuego amigo y encima un par de ministros que no deberían estar ahí, le pronostican corta vida al gabinete “caviar”.
Así, el Congreso no gastará su bala de plata y seguirá siendo un bastión democrático indispensable para el sistema de pesos y contrapesos que debe ser la democracia.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
