Opinión

El irresponsable sacrificio de Ucrania

Por: Ángel Delgado Silva

A estas alturas no cabe duda que el ejército ucraniano, con sus mercenarios forasteros, el apoyo logístico–militar de la OTAN, más el respaldo financiero de la Unión Europea y los EE.UU., vienen siendo derrotados en forma contundente, definitiva y sin excusas. Este dato incontestable se evidencia con el incontenible avance de las tropas de la Federación Rusa, ganando territorio. Y en el masivo bombardeo con misiles a granel –los cuales ya no encuentran respuesta defensiva– contra objetivos estratégicos por todo el país.

Sin embargo, desafiando dicha correlación de fuerza los dirigentes de la UE, que sostienen a ZELENSKI y los suyos, insisten en continuar esta guerra insensata, contra toda lógica racional. Tanto así que, a modo de chiste, se dice que los europeos, cómodos y alegres, “pelearán hasta el último ucraniano”.

Con mayor perspicacia, Donald TRUMP percibe lo inútil del esfuerzo y plantea el fin de las hostilidades, reconociendo la victoria rusa y sus anexiones territoriales. Anuncia, además, la suspensión de la entrega de equipos militares y el fin del gigantesco desembolso económico que se produjo en los tiempos de Biden. Lo que implica que el gasto castrense correrá a cargo de las propias arcas europeas.

Ya han dispuesto un incremento de 5% del presupuesto para el rearmen de Europa. ¡Una locura que agudizará la crisis de viejo continente!

La inaudita terquedad negacionista se basa en que no se quiere reconocer la verdad de los orígenes del conflicto, pues implica renunciar al relato mentiroso que explica todo por la agresión imperial rusa. No fue así. Es menester decir que Occidente provocó a Rusia instando el ingreso de Ucrania a la OTAN, para colocar un arsenal nuclear en su frontera; que promovió un golpe de estado, el Euromaidan, contra el gobierno legítimo, desatando una feroz persecución contra la población rusófona (más del 40%); que se proscribió la religión ortodoxa, el uso del idioma ruso y toda manifestación cultural; que se atacó militarmente la autonomía de las ciudades de la región del Donbas y Crimea.

Entonces, la llamada “operación militar especial” del 24 de febrero del 2022, con todas sus consecuencias, no fue sino la reacción rusa a estos ataques. La actitud altanera de los políticos europeos ha frustrado, incluso, cualquier negociación que pusiera fin a la guerra. Presionaron para que Ucrania rechazara un acuerdo alcanzado en Estambul, a días de la invasión rusa.

Y esta intransigencia se hizo más palmaria cuando el tiempo demostró que Rusia no iba a perder la confrontación. Incluso hoy, cuando las tornas han cambiado, la demencia occidental, ya sin TRUMP, sigue inmolando al pueblo ucraniano alevosamente.

Esta estúpida sangría especula que en algún momento USA volverá a la batalla, así sea a costa de atizar el holocausto nuclear.

(*) Analista político.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ver también
Cerrar
Botón volver arriba