CineOpinión

Reseña: The Suicide Squad, Delirante trastorno placentero

Por: Facundo Valdivia

Con un estreno de dos semanas de atraso en nuestro país, producto de la abertura tardía de las salas de cine, debuta la nueva película de James Gunn: The Suicide Squad. El filme es una secuela no directa de la original Suicide Squad estrenada en el año 2016, es decir, coge personajes y algunos actores de la película anterior e ignora en mayor proporción los sucesos ocurridos anteriormente, señalar que no la contradice, lo que la hace satisfactorio para los que vieron el anterior filme ya que incluso da algunos guiños a los espectadores. Esta decisión se tomó por las críticas muy negativas que obtuvo la película del 2016 por parte de los especialistas y de los fans. Por este motivo, James Gunn, entre bromas con los directivos de Warners Bros lanzó ese título y lo aceptaron. Un ejemplo específico de esta decisión es el personaje de Rick Flag interpretado por Joel Kinnaman, quien también apareció en la anterior película, teniendo ahora una personalidad, objetivos y apariencia totalmente diferente.

James Gunn asume la dirección de esta película semanas después de haberse roto su relación amical con los ejecutivos de Marvel y Disney producto de unos tweets polémicos que fueron publicados hace más de una década. Por este motivo, abandonó el proyecto de concluir su trilogía de Los Guardianes de la Galaxia, aunque tiempo después de aceptar el reto de esta película, uniéndose a la competencia, sería recontratado. Warner Bros cuando lanzó la primera Suicide Squad siempre quiso imitar a los Guardianes de la Galaxia de Marvel, y en esta película lo ha logrado a la perfección, con un estilo personal propio inyectándole una dosis de violencia excesiva y por momentos, hasta exagerada, pero que la convierte en su principal factor diferenciador, además de chistes muy subidos de tonos pero acertados ya que esta película es para mayores de edad, algo muy al estilo Deadpool, pero sintiéndose propia y para nada una copia, lo que alegra muchísimo al público que busca este género de películas para entretenerse.

La acción transcurre en la isla ficticia de Corto Maltés que recuerda demasiado al país de Cuba, aunque fue grabado en Panamá. El filme no se toma muchos minutos en contarnos de que va la película, y eso se agradece bastante, agiliza rápido un tema que la primera versión del 2016 se tardo, y va directo a la acción, presentación de los personajes sencilla y concreta, la suficiente para que el espectador enganche rápido y comience a tomarle cariño a los personajes.

La elección de quien muere y quien no en el filme es la correcta, James Gunn acierta a la perfección un tema que debió haber sido difícil de decidir, incluso fallecen en los momentos precisos, arrancando más de una impresión fuerte o una buena carcajada. Quizá el personaje del que se esperaba mucho más era el de Peacemaker, interpretado por John Cena, que está correcto, pero al estar post produciéndose en estos momentos su serie propia para HBO Max, se pensaría que sería más protagónico o más relevante para la cinta.

La que se roba el show nuevamente es Margot Robbie con su Harley Quinn, quien a pesar de ser menos protagónica que sus compañeros, a pedido de la misma actriz, tiene escenas realmente muy bien trabajadas que recuerda a la Harley Quinn esquizofrénica de los cómics de DC. Incluso, el villano llamado Starro, quien es una estrella de mar gigante, es una elección acertada y muy acorde al estilo de esta película. El gran punto en contra que tiene este filme es que, si eres ajeno a los personajes de DC cómics y/o a la excesiva violencia sin sentido, será mejor que busques otra opción.

CALIFICACIÓN:⭐⭐⭐✖✖

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ver también
Cerrar
Botón volver arriba