Un ser humano puede tener bonanza económica, pero no ser automáticamente feliz.
En el mundo del fútbol de élite conocemos de estrellas en el campo de juego que terminan en un penoso final.
Hoy celebramos la inauguración de un nuevo centro comercial, Km 40 Mall, el primero ligado al fútbol peruano.
Jefferson Farfán se convierte en un ejemplo de éxito después de dejar el deporte profesional.
Sus títulos de campeón en Países Bajos, Alemania y Rusia observan con asombro un nuevo galardón, esta vez desde el fino terreno de la inversión.
El enorme esfuerzo de esos durísimos inviernos en Europa, vivir en medio de idiomas aglutinantes, germánicos y alta competencia, da loable fruto.
Ahora tenemos a Jefferson como un businessman, un visionario como el padre de la Independencia de los Estados Unidos de América, de quien lleva el nombre, elegido premonitoriamente por su madre.
Thomas Jefferson, padre fundador de la Unión Americana, sentó las bases del naciente país; próspero, creciente y líder mundial.
En estos tiempos, el ídolo del fútbol peruano se convierte en un ejemplo a seguir por decenas de miles de niños y jóvenes que sueñan con triunfar con la pelota.
Y también para los padres de ellos porque junto al bienestar de Jefferson está su madre y la familia que participa y disfruta.
Doña Charo Guadalupe, que se dormía (de cansancio) hace 25 años en el omnibús llevando a su niño a las prácticas, hoy sueña despierta y se puede dar vueltas en el colchón de la felicidad.
Otro detalle por resaltar es que Jefferson trajo su dinero al Perú, aún en estos años de inestabilidad política, decide invertir en su país.
El fútbol no es un simple juego, es una inmensa pasión que requiere de constante sacrificio.
Tener talento no es suficiente para triunfar, y pocos son los que se preparan para dejar al fútbol y no que el fútbol los deje a ellos.
Los goles de Jefferson con el PSV, Schalke 04, Al Jazira, Lokomotiv, Alianza Lima y la selección peruana se ponen de pie para aplaudir a KM40 Mall.
No quiero terminar sin mencionar a Raúl Gonzalez, el manager que no solo se preocupó por la parte económica y deportiva.
Hoy vemos a ciertos agentes más interesados en su comisión pasajera que en un Happy End del futbolista que representan.
Glückliche Familie lieber Freund.
Felicitaciones amigo, que Dios siga bendiciendo tus emprendimientos y te brinde el discernimiento necesario para clasificar al paraíso celestial.
Muchas gracias por su gentil atención y comentarios digitales. Bendiciones.
(*) Director general de Sintonia Te Ve.
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