Opinión

El Perú por encima de todo

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La política en el Perú se ha convertido en una especie de cable de corriente eléctrica pelado, con su negativo y su positivo a punto de chocar y causar un cortocircuito. Se trata de una polarización que le está haciendo mucho daño al país y lo mantiene en la incertidumbre, en el desconcierto y con un clima de beligerancia sumamente peligroso. Urgen voces y acciones que llamen a la prudencia, que enseñen el camino de la sensatez. Voces sinceras y honestas de quienes realmente piensan en el país, en el Perú, no solo en intereses personales y de grupo.

Una actitud de ese talante no es un llamado a la abdicación, a aceptar trampas o decisiones parcializadas o injustas respecto a los resultados dudosos o sospechosos de las elecciones presidenciales, pero sí es una invocación a rechazar la imprudencia y la obstinación que busca argumentos inverosímiles para desbaratar o demostrar posiciones que no se ajustan a la realidad y la verdad.

“El Perú como doctrina”, decía el arquitecto Fernando Belaunde Terry, quien fue un demócrata de raigambres ampliamente demostradas. Esa debe ser la idea, poner al país por delante frente a todo tipo de mezquindad o aspiración. Cada persona o grupo tiene sus propias ideas y convicciones políticas o ideológicas, el presupuesto del razonamiento de quienes tenemos conciencia, pero las posiciones no deben ser manchadas por la hipocresía.

Vendrán tiempos difíciles, no solo por este clima borrascoso, estas turbulencias que han instalado en el país dos candidatos que tienen más rechazo que preferencias, que arrastran pasiones desmedidas solo por la animadversión o el desprecio al otro. A un próximo gobierno con enorme dificultad en el manejo político, sea quien fuere el presidente, por la fragmentación en el Congreso y el antagonismo ideológico que serán un lastre para la gobernabilidad del país, se sumará la crisis económica causada por la pandemia.

Antonio Raimondi decía que “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”. Y es cierto, pues tenemos recursos, materia prima y material humano, lo que necesitamos es un gobierno decente, honesto y eficiente. Otro hombre ilustre, Jorge Basadre, afirmaba también que “El Perú es más grande que sus problemas”. Con esa frase nos hacía saber que esa riqueza y trayectoria sin igual, de un país como el nuestro, no se pueden perder por acción u omisión. Esperamos que el próximo gobernante responda a esa gran responsabilidad que tendrá sobre sus espaldas. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba