Luego de una serie de análisis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19 de Sinovac. Mediante un comunicado determinaron que esta “cumple con los estándares internacionales de seguridad, eficacia y fabricación”.
Para llegar a esas conclusiones, las autoridades enviaron un equipo de asesores técnicos al laboratorio ubicado en la ciudad de Pekín. Tras comprobar que todo estaba en orden dieron el visto bueno para empezar su aplicación.
Se trata del segundo antídoto chino en tener permiso, pues solo tenían a Sinopharm desde el siete de mayo.
