La metamorfosis de los caviares

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Hace cuatro años, un destacado periodista salió en defensa de los caviares. Afirmó que no tiene nada de malo vivir cómoda y decentemente, tomarse un buen vino y pensar en justicia social. Ha corrido mucha agua turbia bajo el puente y la actuación de los políticos caviares ha obligado a un replanteamiento conceptual para redefinir el término.

La palabra “izquierda caviar”, de la expresión  francesa  “gauche caviar”, hacía referencia a los políticos de izquierda de clase social privilegiada que se consideraban herederos de la Revolución rusa, pero solo conocían de Rusia el exclusivo caviar, que simboliza un alto poder adquisitivo y un desprecio por sus supuestos ideales. Aunque el uso de “gauche caviar” data de los tiempos del presidente socialista de François Mitterrand, en los últimos años de la década de los 80 en Francia, en Perú el término caviar recién empieza a usarse a inicios del siglo XXI.

En los tiempos de Alfonso Barrantes no existían caviares en la izquierda peruana. Tal es así que el exalcalde de Lima, quien fue abogado y también estudió filosofía y educación, siempre vivió modestamente y se trasladó hasta el final en su humilde Volkswagen escarabajo, cuando, por su preparación académica y su peso político, bien pudo colocarse en un buen cargo y gozar de lujos y privilegios.

La figura más representativa de la izquierda caviar peruana es, quizá, Susana Villarán, quien es investigada por presunta corrupción y enfrenta un pedido fiscal de 29 años de cárcel. La también exalcaldesa de Lima desarrolló una carrera política digna de ser analizada en tesis académicas cuando se estudia el fenómeno caviar en el Perú. Ahora se sabe que en ella siempre estuvo por delante la conveniencia y nunca la coherencia, aunque supo disimular muy bien.

Los caviares son muy amantes de las consultorías, las asesorías, la gestión pública, el coaching, el planeamiento estratégico, etc., es decir, de la burocracia de escritorio, esa función que se realiza actualizando cuadritos Excel y presentando diapositivas de colores en videoconferencias. Esas características, por ejemplo, tenía el séquito de Susana Villarán en la Municipalidad de Lima.

En la actualidad, los caviares pueden alejarse un tiempo del sector público debido a la falta de contactos. Entonces se van a alguna ONG o empresa privada, pero cuando entra un presidente, un ministro o un alcalde amigo, vuelven a su actividad preferida. Así son las cosas, dudamos que al periodista que mencionamos le queden ganas de defender hoy a los caviares. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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