Una tragedia perpetua

Por: Gustavo Martínez V.

Los últimos gobiernos que hemos tenido en el país han sido encabezados, en su mayoría por aventureros, salvo Alan García que se preparó toda su vida, llegaron gracias a las crisis políticas que constantemente atravesamos.

La clase política parece no entender que la población peruana solo desea tener prosperidad económica y seguridad.

Me explico, en lo económico buscan salarios que crezcan y den seguridad a su familia.
Pero esto solo se consigue con un estado de derecho, es decir, con protección férrea de la propiedad, que asegure al inversionista local y foráneo que no se van a “levantar” sus fondos o expropiar.

Mientras, que en orden públicos o seguridad, todos quieren llegar con vida a sus casas y con tus pertenencias completas.

Pero y lamentablemente, tenemos un sistema que no garantiza estos dos factores claves para que una sociedad pueda subsistir en el largo plazo.

La izquierda peruana no tiene ninguna posibilidad de garantizar ni prosperidad ni seguridad y la derecha difícilmente lo va poder asegurar.

Ante ello, sostengo que se necesita un consenso transversal de la clase política o un líder que conecte a todos los sectores y garantice esto a la población. Esto último (líder) tampoco es lo ideal, por eso creo que estamos en una
tragedia en el país y vamos a terminar votando por el menos malo, lo que ha sucedido en los últimos años.

Si entendemos que la democracia no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr ciertos propósitos, como vivir en libertad y progreso, y cuando eso no pasa como hoy en el Perú, porque la democracia ha sido capturada por políticos corruptos y el narcotráfico, este modelo ya no sirve
a la gente.

Es en ese momento que nacen los Nayib Bukele, una persona que promete resolver el problema desde el
autoritarismo, y es muy probable que la población lo apoye.

Por ello, creo se van a venir más Bukeles pero con respuestas más duras y más autoritarias porque la clase política ha perdido el control del país y se ha convertido en parte del problema.

A este problema, hay que sumarle uno que es mucho más preocupante pues pasaremos de una sociedad informal (80% de la economía es informal) a una criminal, donde ya no se puede ni salir a la calle sin que te asalten o te quiten la vida.

La clase política debe tener en claro que en los últimos años nuestra clase media y popular no se ve representada por los partidos y vota por la opción aparentemente más cercana a sus intereses, sea de la tendencia que sea (derecha o izquierda).

Entonces, como también asegura el sociólogo Jorge Yamamoto, quien logre representar —ya sea desde la izquierda o la derecha para el análisis clásico— los intereses, demandas y aspiraciones de este mundo emergente y popular será la gran figura electoral de la próxima competencia presidencial.

(*) Periodista y sociólogo

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