Trump manda marines a California para contener protestas y saqueos
Amenaza con recurrir a la Ley de Insurrección para sacar al Ejército ante disturbios

La capital de California se ha convertido en un polvorín. Ayer se cumplió el quinto día consecutivo de intensas protestas desatadas en Los Ángeles por los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que se iniciaron el pasado viernes. La jornada estuvo marcada por continuos enfrentamientos con la Policía, así como reportes de saqueos en diversos establecimientos comerciales.
La situación ha alcanzado un punto crítico con el despliegue de fuerzas federales y militares. El Pentágono envió a 700 marines para unirse a la Guardia Nacional en las labores de resguardo, enfocándose principalmente en la protección de edificios gubernamentales.
El despliegue de la Guardia Nacional en California se inició el con más de 2,000 efectivos, incluyendo unidades de la 79.ª Brigada de Infantería, ya presentes en el área metropolitana de Los Ángeles.
Esta decisión fue adoptada por el presidente Donald Trump tras las violentas manifestaciones del sábado en Compton y San Bernardino, que dejaron graves destrozos y disturbios. La tensión se elevó aún más con las declaraciones de Trump, quien afirmó que, de ser necesario, invocará la Ley de Insurrección para disolver militarmente las protestas en Los Ángeles.
La Ley de Insurrección, promulgada en 1807, otorga al presidente la facultad de desplegar al Ejército para reprimir episodios de desorden civil, siendo considerada uno de los poderes de emergencia más contundentes en el país.
“Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos. Pero les puedo decir que anoche fue terrible. La noche anterior también fue terrible”, declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval, dejando en claro su determinación de restaurar el orden en la ciudad.