La liberación de Alberto Fujimori generó opiniones divididas por parte de quienes saludaban la medida y los que la calificaron como “un insulto a la memoria de las víctimas de la dictadura fujimorista”.
Carlos Rivera, abogado de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, consideró que, con la sentencia del TC, “el Estado peruano se declara en rebeldía y se coloca en la lista de los estados que han decidido incumplir una sentencia de un tribunal internacional al cual estamos sometidos por el Pacto de San José”.
Por su parte, la congresista Rosangella Barbarán (Fuerza Popular) opinó: “la humanidad no tiene apellido. Libertad para el presidente Fujimori y que la historia se encargue de regalarle el lugar que se merece”.
La bancada de Perú Libre expresó su rechazo a “la decisión que pretende desconocer la responsabilidad penal de Alberto Fujimori, frente a los crímenes de lesa humanidad cometidos”. Keiko Fujimori, a través de una vocera, anunció que recién se pronunciará cuando su padre salga libre.
De otro lado, las organizaciones Manuela Ramos, Human Rights Watch y la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) rechazaron el fallo del TC.
