El día de hoy, se llevó a cabo la segunda votación en Chile con el objetivo de modificar su actual Carta Magna, obteniendo un 55 % de los votos en contra y 44 a favor.
Este fue el segundo intento para elaborar una Carta Fundamental tras el fracaso del texto de la Convención Constitucional, que fue rechazado en el plebiscito de septiembre de 2022.
Tras este resultado se cierra, al menos durante la presidencia de Gabriel Boric, porque anunció que no impulsará un tercer proceso constituyente.
El partido conservador Unión Demócrata Independiente (UDI), fue el primero en salir a reconocer los resultados y su líder, Javier Macaya, dijo que los chilenos “no quieren cambios constitucionales ni tampoco refundaciones” declaró.
“A ver si después de dos procesos fallidos se consolida en Chile la necesidad de llegar a acuerdos, porque finalmente el primer proyecto (rechazado) era de la izquierda y el segundo de la derecha”, indicó el presidente de la Democracia Cristina, Alberto Undurraga (centro).
Chile desde 1980 mantiene la constitución aprobada en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Según la prensa chilena, el resultado de hoy supone un revés para el ultraderechista Partido Republicano, quien tuvo un peso fundamental en la redacción del nuevo texto que aspiraba a convertirse en la fuerza hegemónica de la derecha.
Mientras tanto, la derecha tradicional y la ultraderecha defendían la propuesta porque abarcaba el tema de la inseguridad y ponía fin a la incertidumbre institucional, lo cual generó masivas protestas en el año 2019, la izquierda aseguraba que el texto era “dogmático” y centraba en el modelo neoliberal implantado durante el régimen militar.
En la capital de Valparaíso (centro) y la norteña Antofagasta, fueron las regiones donde se impuso la mayoría al rechazo de la propuesta constitucional.
