Contábamos ayer que un experimentado periodista, hoy funcionario del Congreso de la República, nos timbró para darnos a conocer su impresión sobre La Noticia y felicitarnos por el enfoque pluralista que nos preocupamos en darle a nuestra línea editorial. Nos contaba que en el Palacio Legislativo se comenta sobre la calidad periodística y la autonomía política de nuestro diario. En realidad, la libertad de pensamiento, expresión y de prensa está estrictamente relacionada con el pluralismo, que no es sino la coexistencia de tendencias políticas, económicas, culturales o de otro tipo en un medio de comunicación. Y ya sabemos que prensa libre es síntoma de democracia, ese sistema que, pese a sus imperfecciones, es el mejor.
“Ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”, decía Kofi Annan, quien fuera secretario general de las Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz. Esa es la razón principal por la que enarbolamos las banderas del pluralismo, una opción cuya recompensa es la preferencia de nuestros lectores.
Así, en las páginas de La Noticia nuestros lectores no tienen contenidos monotemáticos, totalitarios y absolutistas, parametrados a una sola posición política o ideológica, sino un abanico de noticias que les permiten conocer lo suficiente para al final sacar sus propias conclusiones.
En nuestro diario, ello rige tanto para el contenido informativo, esto es, el referido a las noticias, como para el de opinión en las columnas y comentarios. De tal manera que nuestros columnistas, entrevistados o fuentes también pueden ser de derecha, centro, izquierda o cualquier otro color político, siempre que se expresen con propiedad y respeto.
Es que la información y la opinión de ninguna manera deben regirse por parámetros, intereses o condicionamientos, sino alcanzar cierto grado de independencia para que el público tenga la oportunidad de conocer la versión de no solo una de las partes, sino de todas, si es posible.
La otra característica de La Noticia es, decíamos, el rigor profesional en la elaboración de la información, léase veracidad, objetividad, imparcialidad, etc., así como en la redacción, un aspecto que no solo tiene que ver con la pulcritud y el estilo, sino también con la estética del lenguaje. Esto es, el buen escribir. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
