Perú es el tercer país de Latinoamérica con más santos
Nuestro país tiene a la primera mujer santa y al primera santo negro de Latinoamérica. Además, hay 36 beatos, venerables y siervos de Dios peruanos que cuentan con procesos de canonización.

Mientras el mundo se alista para la santificación del beato Carlo Acutis y Venezuela recién tendrá a su primer santo luego que el papa Francisco autorizó la canonización de José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, el Perú es el tercer país de Latinoamérica con la mayor cantidad de santos, solo por detrás de Brasil y México.
“El Perú es una tierra ensantada”, afirma el padre Miguel Carpio, capellán de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS). Explica que nuestro país no solo cuenta con 5 santos, sino que tiene en Santa Rosa a la primera mujer santa de la región, que fue canonizada el 12 de abril de 1671.
Además, San Martín de Porres es el primer santo negro de Latinoamérica. Fue canonizado por el Papa Juan XXIII en 1962, luego de un largo tiempo de espera y resistencia en Roma.
“En la región, Brasil es el país que tiene mayor cantidad de santos, con 38 en total. Luego, está México con siete. Perú ocupa el tercer lugar con cinco, seguido de Argentina y Colombia, con cuatro cada uno. El camino a la santidad es largo y tienen que cumplirse una serie de requisitos para que el sumo pontífice apruebe una canonización”, afirmó el padre Miguel Carpio.
Para canonizar a una persona es necesario seguir un proceso que inicia con la petición de un obispo, quien debe solicitar al Vaticano la causa de santificación. Además, antes de ser declarado santo, el postulante debe ser nombrado siervo de Dios, venerable y beato. ¿Qué se necesita para cada uno? Aquí te lo explicamos:
Siervo de Dios: es el primer paso del proceso de canonización. La Iglesia Católica concede este título a las personas que se entregan a Dios, guardan sus preceptos y llevaron una vida santa y virtuosa. “El Perú cuenta con 23 siervos de Dios. Algunos de ellos son: Melchora Saravia Tasayco, conocida como “La Melchorita”, y Luisa de la Torre Rojas, también llamada la beatita de Humay. El último siervo de Dios reconocido en Perú es Andrés Aziani, el 2 de febrero del 2016”, precisa el capellán de la UCSS.
Venerable: es el segundo paso en el proceso de canonización. El Vaticano otorga este reconocimiento luego de comprobar que el postulante llevó una vida virtuosa de manera heroica, practicando la fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza, templanza y todas las demás virtudes de manera extraordinaria. El Perú tiene siete venerables. Algunos de ellos son Fray Pedro Urraca, cuyos restos están enterrados en la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, en el Centro de Lima; y María Teresa de la Cruz Candamo, hija del expresidente del Perú Manuel Candamo.
Beato: para otorgar este reconocimiento, debe comprobarse la existencia de un milagro debido a su intervención. Los beatos peruanos son seis: Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, el Padre Luis Tezza, María Agustina de Jesús Rivas López y los beatos Mártires de Chimbote Zbiniew Strzalkowski, Miguel Tomaszek y Alessandro Dordi, sacerdotes que fueron asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso.
Santo: es el último paso en el proceso de reconocimiento de la santidad por la Iglesia Católica. La declaración papal de canonización confirma que la persona está contemplando a Dios. Para ello, tiene que verificarse un segundo milagro luego de haber sido beatificado. Los cinco santos peruanos son: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, San Juan Macías, San Francisco Solano y Santo Toribio de Mogrovejo.