“No sean suicidas con la toma de Lima”

• “Con la inversión hay empleo y con empleo hay bienestar”, expresó el exlegislador, quien señala que el origen de la convulsión social está en el gobierno de PPK.

POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ JIMENEZ

Con una trayectoria de más de cuatro décadas de carrera política, el expremier y excongresista Ántero Flores-Aráoz sostuvo que la aguda crisis social y política que atraviesa el país tiene su origen en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. En diálogo con nuestro canal digital La Noticia Perú, exhortó a los peruanos a no generar más violencia.

¿Qué les diría a los peruanos que planean sumarse a la marcha de la “Toma de Lima” el próximo 19 de julio?

Que no sean suicidas. Espero que eso no se produzca, hay mucha conflictividad social. No olvidemos que la violencia genera más violencia. Debemos tener tranquilidad para que haya inversión. Con la inversión hay empleo y con empleo hay bienestar. Así que no sean ¡brutos!

¿Cuál es el origen de esta conflictividad social?

No nos olvidemos que esto comienza en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Y en el gobierno de PPK, el primer vicepresidente era Martín Vizcarra. PPK se equivocó. Puso a Vizcarra porque era de provincia, porque su tez era más oscura que la de los demás en su gobierno. Y, además, es más que claro que a PPK lo traicionó. Allí comienzan todos los problemas. Se sucede PPK, se sucede Vizcarra, luego Merino, Sagasti y después llega este innombrable Castillo. Y al año viene Boluarte. Hemos tenido presidentes en un promedio de 1 por año. ¡Esto es de locos! No sucede en ninguna parte del mundo. Todo eso lo estamos sufriendo ahora. Si a los problemas políticos le sumas la conmoción social, el tema económico, que se fue perdiendo la confianza, la falta de bienestar, más la pandemia del COVID-19. Y el pésimo manejo que hizo Vizcarra comprando cosas que no servían para nada. Luego vino la gripe aviar que generó problemas en la alimentación; luego llegó el dengue. Nos vino el “Yaku”, la falta de prevención y de trabajo de la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios.

Parecía que Dios se olvidó del Perú.

Parecía que cayeron las 7 plagas de Egipto. Y encima llegó Castillo rodeado de un montón de gente que dicen eran grandes ladrones, pero ni siquiera eso, sino pirañitas y pájaros fruteros. Toda la familia vinculada a cosas extrañas. Inclusive con empresarios que nadie conocía y recibían licitaciones y concursos a dedo.

Por su experiencia congresal, ¿cómo mejorar la labor de los congresistas?

Yo llegué a ser presidente del Congreso, pero su composición era otra. El nivel era otro porque había reelección parlamentaria. El Parlamento es como un colegio, donde se tenía gente con experiencia que fueron antes parlamentarios y eran como profesores. Y los que recién entraban eran los alumnos. Yo ingresé al Congreso en 1990, pero teníamos en la Cámara de Diputados gente como Ramírez del Villar, en el Senado estaba Mario Polar, Ernesto Alayza, Luis Alberto Sánchez. Maestros de maestros.

¿Por qué los peruanos no sabemos elegir a nuestros gobernantes?

No es que no sepamos elegir, es que los partidos políticos, a través de esta exagerada democracia partidaria, han dejado de señalar a los mejores para que presidan las listas parlamentarias. En los partidos, sus comités no tienen la mejor gente.

¿Cómo califica la calidad de las leyes que se han emitido en los últimos Congresos?

En lugar de ir mejorando, los Congresos han ido empeorando. ¿Qué son las leyes? Son un mandato, una orden. Pero gran parte de las leyes se han convertido en normas enunciativas y declarativas. ¡Declárase de interés nacional el distrito de San Juan Bautista¡ ¿Se creó el distrito? No, porque esa iniciativa no es del Parlamento, sino que la creación de distritos y provincias y todo lo que tenga que ver con la distribución política del país debe tener iniciativa desde el Ejecutivo. En consecuencia, esas leyes para qué sirven. ¡No sirven para un carajo!

“DOS CÁMARAS VEN MÁS QUE UNA”

Ántero Flores-Aráoz asegura que la bicameralidad da más seguridad jurídica a las leyes que emite el Congreso.

“Tengo el privilegio de haber estado en el 90 en un Congreso bicameral. Cuando fui diputado, uno de los primeros proyectos que presenté era simplísimo: Cambiar el inti por el nuevo sol. El proyecto significaba quitar ceros y se demoró 9 meses, entre idas a diputados, regresos al senado. ¡9 meses! Un parto para que salga una cosa tan simple”, recordó. Pero, “dos ojos ven más que un tuerto. Dos cámaras ven más que una. El sistema bicameral da más seguridad jurídica pero el unicameral es más rápido”, añadió.