“No hay duda de corrupción en los casos Toledo y PPK”
El abogado Humberto Abanto afirma que hay pruebas abrumadoras, pero cuestiona la actuación de los fiscales

- Según el abogado Humberto Abanto, los fiscales utilizaron la estrategia de perseguir a los enemigos políticos de sólo un sector ideológico del Perú.
POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
Para el destacado constitucionalista y penalista Humberto Abanto, no existen dudas de que los expresidentes Alejandro Toledo y Pedro Pablo Kuczynski cometieron actos de corrupción. Sin embargo, cuestiona la labor del Equipo Especial de Fiscales para el caso Lava Jato, que -según dijo- “privilegió el estruendo antes que el resultado”.
¿Cuál es su evaluación de la comisión especial de fiscales en los casos Lava Jato?
Creo que al final la sentencia bíblica siempre es clara: “Por sus frutos los conoceréis”. Los frutos que vemos son muy pobres para el escándalo que se hizo. Sea que nos guste o no, el fallo del juez supremo Dias Toffoli, en Brasil, en mi opinión ha herido gravemente las perspectivas de los procesos del caso Lava Jato en el Perú. La imposibilidad de usar el material obtenido, los servidores de esta empresa y las declaraciones alrededor de este material prohibido, que se ha establecido por la justicia brasileña, sin lugar a dudas va a afectar muy profundamente los procesos en el Perú. Entonces, la pregunta que todos nos debemos hacer es, aparte de esperar la bondad de la justicia brasileña, qué investigación propia se hizo.
¿Cree que la comisión especial ha afectado y perjudicado los intereses del Estado peruano?
Yo creo y se va a ver con el paso del tiempo, que es una estrategia de investigación que privilegió el estruendo antes que el resultado. Una estrategia de investigación que lo que hizo es poner por delante una operación de apoyo a la toma del poder y una eliminación de competidores políticos y no una investigación seria que pusiera al descubierto los reales entretelones de problemas de corrupción como ocurrió en el Perú.
¿Hay indicios de corrupción en las agrupaciones políticas, lideres y expresidentes de diferentes partidos?
No tengo ninguna duda que hay casos, como del señor Toledo, en los que las pruebas son abrumadoras, o como el caso de Pedro Pablo Kuczynski, que ahora nos dice que se trata de temas prescritos, de situaciones confusas, moral o éticamente hablando, o, en fin; el punto es que, junto a estas personas, los beneficiarios de estos esquemas de corrupción han salido indemnes y que el Perú sigue pagando obligaciones derivadas por estas operaciones de corrupción. Entonces, era solo importante perseguir a los enemigos políticos de sólo un sector ideológico del Perú o sólo era importante poner en evidencia el daño económico y neutralizar el daño económico. ¿De qué se trataba esto?
Los dueños de Odebrecht han denunciado que han entregado dinero a los partidos políticos.
Cuidado. No hay que mezclar las cosas. Una cuestión son los aportes de campaña que dice haber dado Odebrecht y que no los ha probado, y otra cosa es darle sobornos a una persona. Acá hay una situación deliberada del equipo especial para que la gente crea que todo aporte de campaña es un acto de corrupción, y eso no es verdad. El aporte de campaña no ha sido un delito en el Perú hasta que se estableció el año 2019 la ley de aportes ilegales que además no están condicionados que sean de empresas, sino de fuente ilícita. En el año 2006, suponiendo que haya un aporte de Odebrecht, que yo lo niego, y que el Sr. Alva Castro lo negó en su momento, o que el Sr. Yoshiyama ha negado en el caso de Keiko Fujimori; qué posibilidad había de suponer que había un esquema a de corrupción. Eso sería una infracción administrativa, que es diferente a un delito, es como decirle que, por pasarse una luz roja, le voy a poner una pena por homicidio. Es una cuestión delirante.
¿Qué comentario le merece esta nueva ley sobre prescripción de procesión judiciales que favorece a algunos lideres políticos?
Lo que esta ley ha hecho es corregir una monstruosidad. Se está confundiendo la cosa. En el Perú existe un populismo punitivo que se maneja a través de un término: criminología mediática. La gente comienza a hablar y se escandaliza sobre temas que no conoce y vende que la gente tiene que ser perseguida eternamente por el estado. El plazo de prescripción no ha cambiado un día. En el Perú hay tres plazos de prescripción.
El plazo de prescripción ordinaria con seis años como máximo, prescribe; el de prescripción extraordinaria, el máximo de la pena más la mitad. Se hizo una norma mal hecha y la Corte Suprema interpreto y la estableció como infinita hasta que termine el proceso, aunque dure 15 años o 25 años.