Mario Vargas Llosa, el escritor peruano más laureado de la historia, ha anunciado su retiro oficial de la literatura y del periodismo tras 73 años de arduo trabajo. En la presentación de su última novela Le dedico mi Silencio señaló que culminará su trayectoria con un ensayo sobre Sartre, su maestro de joven, a quien admiró por su constancia literaria y política.
La noticia de su retiro cayó como una bomba en el campo letrado de América Latina. Mario Vargas Llosa, último superviviente del Boom latinoamericano, premio Nobel de Literatura y adalid de lo que en su momento se conceptualizó como la “novela total”, no ha señalado la causa de su retiro, pero todos entienden que la principal razón se debe a la edad avanzada que tiene (88 años). Hablar hoy de literatura en Perú es hablar de Mario Vargas Llosa.
Su habilidad para manejar el tiempo y la estructura narrativa en sus novelas; así como su interés por los problemas sociales y políticos fueron destacados por intelectuales y críticos literatos. Para muchos las tres obras que más marcaron su carrera fueron Conversación en la Catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981) y La fiesta del Chivo (2000).
Por el grado de dificultad y dedicación que le demandó la elaboración de estas tres novelas, dichas obras se volvieron referencias para nuevos novelistas en el mundo que ven en el nobel nacional el ejemplo más exigente. Mario Vargas Llosa no solo fue un destacado novelista y ensayista, sino también un ilustre periodista.
Con solo 15 años fue redactor del desaparecido diario La Crónica y ya en su madurez columnista en el diario español El País, en donde por 33 años opinó sobre la actualidad mundial. Pese al reconocimiento que recibió por su larga y fructífera trayectoria como literato, que le valió escribir más de 30 libros en diversos géneros literarios como novelas, ensayos, memorias, obras de teatro, entre otros, el nobel reveló durante la puesta de escena Las mil noches y una noche que hubiera querido ser dramaturgo en vez de novelista.
El legado de Mario Vargas Llosa es amplio y multifacético. Su obra literaria sigue siendo fundamental para entender la evolución de la novela en español y para comprender las tensiones sociales y políticas de América Latina.
Su pensamiento político y su defensa de la libertad continúan siendo una referencia en los debates sobre democracia y derechos humanos. Como escritor, su influencia perdurará por generaciones, y su capacidad para abordar los temas universales de la condición humana asegura su lugar como uno de los grandes literatos del siglo XX y XXI.
(*) Presidente de la Corte Superior de Justicia de Ucayali.
