“¡Mi hija era una niña, nunca te voy a perdonar lo que le hiciste”

Con el dolor en su corazón y la mirada fija hacia el sujeto que le destrozó la vida, Cynthia Machare llegó ayer a la audiencia judicial de control de identidad del venezolano Sergio Tarache Parra, quien en marzo del año pasado acabó con la vida de Katherine Gómez, de 19 años, luego de rociarle combustible y prenderle fuego.

“Mi hija era una niña, no merecía que le hicieras eso. Nunca te voy a perdonar lo que le hiciste. ¿Por qué lo hiciste?”, le gritó la mujer entre sollozos dentro de la sala del Vigésimo Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima.

El sujeto, enmarrocado todo el tiempo, solo atinó a voltear y mirar a la madre que estaba acompañada por dos agentes de la Policía Nacional.

Cynthia Machare vestía un polo color morado con la foto de su hija y con la frase “Mi niña bonita”. Antes del inicio de la diligencia judicial, la desconsolada madre pidió justicia para su hija y exigió la aplicación de la cadena perpetua para Tarache Parra, quien el último martes fue extraditado desde Colombia. “Siento impotencia, profundo dolor. Me han arrebatado lo que más quería en la vida, solo quiero que pague por lo que le hizo. Poco a poco se va haciendo justicia”, apuntó.

Durante la diligencia, la jueza Madielene Santana Solís confirmó los datos del detenido y ordenó al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) designar el penal en el que Tarache cumplirá los nueve meses de prisión preventiva que se le impuso en medio del proceso por feminicidio que afronta. En tanto, la representante del Ministerio Público propuso que permanezca en un ambiente aislado de la prisión.