Mexico, desinformación y prensa
Por: Víctor A. García Belaunde

En reciente entrevista ofrecida a medios de comunicación en su país el 24 de febrero último, el presidente de México volvió a entrometerse en los asuntos internos del Perú y con tal grado de desinformación que en mi columna anterior había expresado que los principales responsables de lo que dice erróneamente López, es el personal diplomático mexicano acreditado en el Perú.
El mandatario mexicano considera una injusticia que se haya destituido a Castillo porque fue electo por el pueblo; siendo minoría, los conservadores peruanos violaron la Constitución; en el Perú, explotan a los pueblos, saquean sus recursos naturales, hay muchísima pobreza; destituyen a autoridades legítimamente constituidas, son golpes de estado, mediáticos, técnicos; la OEA y sus organismos de derechos humanos, están al servicio de los potentados y deberían estar convocando a todos los estados miembros para pedir que se libere al presidente; ni la ONU interviene. México seguirá apoyando al presidente injusta e ilegalmente destituido; las encuestas donde la presidenta espuria, tiene el 15% de aceptación el 85% la desaprueba, no va a callar ante la injusticia, y seguirá apoyando a Pedro Castillo.
En este apretado resumen de falsedades, medias verdades y silencios cómplices de López, pareciera que no tiene el más mínimo conocimiento de su Constitución, de los organismos internacionales y menos de política exterior, con lo cual su cancillería profesional queda exenta de crítica alguna. Estar pidiendo que intervenga la OEA, la CIDH y hasta la ONU es una abierta violación al principio de no intervención que rige la comunidad internacional.
Nos llama poderosamente la atención que un mandatario crea que una persona al ser elegida por comicios, no puede ser destituida; cuando lo ocurrido en Perú es una correcta sucesión del poder, muy similar a lo establecido en la Constitución mexicana en su artículo 84, párrafo 7, adicionado como reforma el 20 de diciembre de 2019, siendo presidente el mismo López.
Con estas falacias que vienen de fuera, con una abierta campaña contra el orden establecido en el Perú, donde se criminaliza la legalidad y se nos propone que creamos que lo hecho por Castillo el 7 de diciembre último no fue un golpe de estado porque no se concretó; y que los golpistas fueron los Congresistas que vacaron a Castillo. Idea que ha calado y según encuesta realizada por orden de un medio periodístico, el 51% de los peruanos así lo cree, y como es una mayoría entonces ya se da por cierto, sin interesar el derecho, el orden, la ley y la misma Constitución.
En esta vorágine de desinformación fomentada por los mismos medios, que podrían probablemente tener las mejores intenciones, o solo buscar titulares para vender sus diarios, se cae en el descrédito y se ayuda indirectamente al caos que desde fuera se presenta al Perú. Justamente el mismo medio que mandó hacer la encuesta a IPSOS al día siguiente presenta un titular como si la presidente estuviera evadiendo la justicia por reprogramar sus declaraciones en las protestas que surgieron al asumir el mando del país.
Ante la nueva arremetida del presidente mexicano en su intromisión en el Perú, ha hecho bien la presidenta Dina Boluarte en retirar al embajador del Perú en México. Esta decisión es la más acertada en lo que va de su mandato, porque al calificar a su gobierno de espurio, lo hace también contra los peruanos en general. Y más aún, en abierta conducta contra nuestro orden interno, López ayuda a un acusado que ya purga prisión por lo que hizo y por otros graves delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones.
Si López desea estar al lado del delito es cosa de él, lástima que arrastre con su representación a toda su nación, la nación de Benito Juárez a la que Ramón Castilla hermanó aún más enviando la misión de Manuel Nicolás Corpancho quien se identificó con el pueblo mexicano en su lucha contra el invasor y sus descalificados colaboradores.
(*) Abogado – Ex Congresista
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