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Marino Morikawa, el peruano que descontaminó el Titicaca

Reconocido científico trabaja por la recuperación de nuestro ecosistema y su deseo es salvar el 70% de los hábitats naturales del país

Nació en Huaral, se especializó en Japón, recibió un importante premio en Estados Unidos y hoy trabaja por la recuperación del ecosistema en el Perú. Ese es el científico Marino Morikawa, quien junto a su equipo ha logrado algo que parecía improbable: mediante un sistema nanotecnológico y sustratos de clarificación, ha conseguido reducir entre un 46% y un 77% la carga contaminante del lago Titicaca. Este auspicioso proyecto se denomina “Titica Challenge 15”.

Siendo un apasionado de su trabajo, no es la primera vez que este compatriota apuesta por un proyecto de alto vuelo: su deseo es salvar el 70% de los hábitats naturales de Perú y está trabajando en ello. Tras estudiar, gracias a una beca, su posgrado en Ciencias Humanas y Ambientales en la Universidad de Tsukuba (Japón), volvió a Perú para descontaminar El Cascajo, el humedal donde nadaba y pescaba cuando era pequeño, pero que con los años y por la contaminación quedó inservible. Morikawa sacó sus ahorros bancarios, pidió préstamos y comenzó con un proyecto de rescate de hábitats naturales y con esa primera intervención logró recuperar el 98% del humedal ubicado en Chancay. Es más, consiguió recuperar la fauna y vegetación del lugar y atraer a aves migratorias.

SUEÑO CUMPLIDO

Pero Marino no se sentía satisfecho, así que decidió intervenir en más lugares de Perú. A finales de 2011, presentó un proyecto en la Universidad de Tsukuba para rescatar el lago Titicaca, usando nanotecnología como solución. En ese momento, según explica, “la bahía interior de Puno, que tiene 17 kilómetros de largo, estaba 100% contaminada”. Aunque aquella vez las autoridades rechazaron el proyecto, en el 2017 consiguió por fin cumplir su sueño.

“Uno de los mayores insumos contaminantes está en la zona de El Espinar y queríamos empezar por ahí”, agrega el científico. El proyecto piloto se denominó “Titica Challenge 15” y su objetivo era reducir el 3% de contaminación. Finalmente, el experimento resultó todo un éxito porque se logró reducir entre un 46% y un 77% la contaminación del lago.

Antes de su intervención en la puna peruana, Marino aprovechó la experiencia adquirida en El Cascajo, un lugar que parecía no tener salvación. El agua era de color marrón y maloliente, porque era utilizado ilegalmente como criadero para cerdos, basurero y desagüe. Morikawa diseñó un plan estratégico, el cual comenzó con la sectorización del humedal en ocho partes, utilizando caña de Guayaquil y bambú, para mantener un orden de control de limpieza.

SU TRABAJO NO PARA

Siguiendo esas pautas que ahora se reflejan en el lago Titicaca y El Cascajo, su deseo es salvar el 70% de los hábitats naturales de Perú. Y busca recuperar las cuencas hidrográficas del país para poder tratar el agua y hacerla potable. Y es que según denuncia Morikawa, “en Perú las EDAR (plantas de tratamiento de aguas residuales) no están funcionando correctamente y solo pueden tratar hasta un 10%”.

La técnica de recuperación se basa en utilizar la fórmula adecuada de sus tratos para poder aclarar el agua en unos segundos. “Y a partir de ahí, dependiendo de los procesos de tratamientos, es posible lograr la depuración”, explica el científico.

RÍOS, LAGOS Y PANTANOS

Su amor por los ecosistemas de ríos, lagos, humedales y pantanos viene de cuando tenía seis años y su padre le llevó a la puna y le dio agua de un glaciar para beber. Morikawa probó esa agua y confiesa que desde entonces no ha probado agua “tan deliciosa”. Ahora su objetivo es que todas las personas del mundo experimenten esta sensación al menos una vez en la vida.

Por su valioso aporte a la recuperación de nuestro olvidado ecosistema, Morikawa fue reconocido este año por el Premio TUMI USA Awards 2021 en la categoría de Cambio global del Bicentenario por haber destacado en su campo. Sin duda, un galardón plenamente justificado.

SU AMOR POR NUESTRA TIERRA

La recuperación de la fauna de lagos, humedales y pantanos es una prioridad frente a la falta de acceso a agua potable que afecta a casi más de 3 millones de peruanos. Es por ello que Marino Morikawa fundó la asociación ACTENS, que se encarga de realizar acciones para la protección de la tierra y mejorar la calidad de vida de quienes la habitamos.

Actualmente, uno de los proyectos que está albergando gran potencial es el que se trabaja en las Lomas de Paraíso en Villa María del Triunfo, junto con la Municipalidad de San Miguel, y que busca evitar la contaminación ambiental y velar por la salud de los ciudadanos.

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