Manchester United aplastó 3-0 en su casa al Athletic Club español
Equipo inglés dio un paso firme hacia la final de la UEFA Europa League

El viento soplaba fuerte en Bilbao, pero no más que el implacable Manchester United, que aterrizó en San Mamés con la convicción de dejar huella. Lo hizo con categoría, imponiéndose 3-0 al Athletic Club en la ida de las semifinales de la UEFA Europa League, dejando casi sellada la llave rumbo a la gran final.
El juego comenzó con intensidad, pero fue el equipo inglés el que dictó el ritmo desde el primer instante. Casemiro, con la sangre fría de un veterano, rompió la resistencia local con un remate certero a los 30 minutos, culminando una jugada colectiva digna de manual. San Mamés aún no terminaba de asimilar el golpe cuando apareció Bruno Fernandes, el hombre de la noche. Primero, a los 37 minutos, con una definición quirúrgica, y luego, justo antes del descanso, con un segundo tanto que dejó en silencio la grada y en absoluta comodidad a los “Diablos Rojos”.
El Athletic, un equipo que acostumbra acluchar hasta el último segundo, intentó encontrar respuestas en la segunda parte. Sin embargo, cada intento se desvanecía ante la solidez defensiva del United y la presencia imponente de Ruben Amorim, el estratega que ha transformado a los ingleses en una máquina de precisión.
El pitazo final marcó una victoria incontestable. Un golpe de autoridad que deja al Manchester United con una ventaja cómoda para la vuelta en Old Trafford, donde el próximo jueves 8 de mayo buscará completar el trabajo y firmar su pase a la final.
San Mamés fue testigo de una exhibición que no solo habla de fútbol, sino de carácter, jerarquía y ambición. Manchester United no solo ganó, mandó un mensaje al continente: quiere la Europa League y está dispuesto a todo para conseguirla.